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Mujer en papel, de Rita Macedo

Las memorias inconclusas de mi madre, recopiladas por Cecilia Fuentes fueron presentadas ya en la FIL de Guadalajara

OPINIÓN

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El sábado 30 de noviembre se presentó finalmente el libro Mujer en Papel, las memorias inconclusas de Rita Macedo, y quiero hacer hincapié en que esto ocurre “finalmente,” ya que este proyecto literario iniciado por mi madre desde hace casi tres décadas ve la luz de una manera póstuma y es así como concluye una cuenta pendiente de mi madre con la memoria escrita.

Aún antes de su muerte, mi hermana Cecilia Fuentes se dio a la tarea de transcribir y revisar las notas que mi madre escribía con una disciplina por la catarsis de descubrirse en el espejo de los propios recuerdos.

Una de las últimas imágenes que tengo aun presente de aquellos días, es la de verla sentada frente a la máquina de escribir tecleando casi con furia en un acto confesional. El ejercicio de llenar una hoja en blanco, y lo digo por experiencia propia, puede ser un acto temerario que desnuda el alma de quien pretende abrir su intimidad; y en el camino se encuentra con viejas heridas, amores y desamores, alegrías, tristezas, culpas y culpables añejos que regresan desde el silencio y el olvido.

La memoria puede ser una embustera fabulosa, una maquillista descarada, pero también una fiscal de hierro. Mientras escribía sus memorias, mi madre se fue sumiendo en sus propios abismos y decidió que antes de terminar sus memorias, pondría la palabra fin a su existencia. Cecilia vivió de cerca esta transfiguración y se dio a la tarea de reunir, ordenar y concluir este relato duro, frío y triste, pero muy realista.

Muchas de las anécdotas, como es lógico adivinarlo, desde que tengo uso de razón las recuerdo en la propia voz de Rita, nombre sin poses con el que ella decidió ser llamada por propios y extraños. De la memoria escrita de su propia vida conocí algunos capítulos que pude leer de primera mano cuando ella vivía; del proyecto de compilar un libro con la biografía de mi madre me enteré cuando Cecilia me comentó de la existencia del archivo de estos escritos que permanecieron durante años, arrumbados en un cajón y ahora llegaba el momento de compartirlos.

Tras la muerte de mi padre don Luis, de Carlos Fuentes y de muchos de los protagonistas de este relato, Cecilia ha convertido esta serie de narraciones en una obra literaria en donde suma los testimonios en primera persona de Rita, con cartas y escritos, imágenes, dibujos, recortes y recuerdos de familiares y amigos, pero también a su padre, Carlos Fuentes, a quien dedica una parte de esta labor. Cecilia ha llevado a cabo una obra minuciosa y concisa; orfebrería literaria de la que ahora que tengo en mis manos sólo puedo sentirme orgulloso y recompensado. Las referencias a los entretelones del ambiente artístico, la sociedad, la cultura y la política y los escenarios nacionales e internacionales están presentes en Mujer en Papel, un relato en el que no caben ni la alabanza ni el reproche gratuitos.

Puedo estar de acuerdo, o no, con todo lo que allí se describe, porque siendo fiel a su memoria no es mi prerrogativa cuestionar ni sus acciones ni sus razones, pues en el plano literario es un texto duro y fuerte, pero en el fondo muy humano, y yo no puedo mirar otra verdad más que esos ojos de mi madre que muchas veces en silencio expresaban más que todas las palabras que quizá nunca le dijo a nadie. Sólo puedo decir que la amé aceptando cada una de sus valientes decisiones.

Los invito a conocer Mujer en Papel, las memorias inconclusas de Rita Macedo, el relato de una vida entre ovaciones de pie y reclamos airados, sin pudor ni filtros, gracias a la dedicación que mi hermana le ha puesto.

Enhorabuena Cecilia por compartirnos los matices de una mujer de papel, escenarios y pantallas, de dicciones y contradicciones, pero también de carne y hueso, cuya memoria jamás estuvo destinada a la oscuridad, ni al olvido.

https://youtu.be/SeXvF9CH_f4

POR LUIS DE LLANO MACEDO

heraldodemexico.com.mx 

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