Un rockero sin par

Baladistas en activo, que pueden contarse entre los clásicos en español, quedan varios. EN OTROS géneros NO

La única excepción representante del rock en español vigente con más de cinco décadas en la industria es Alex Lora y su inseparable Tri.

A punto de celebrar su 51 aniversario musical recuerdo con cariño un fin de semana que me permitió convivir con la única leyenda del rock en español que tenemos en nuestro país.

En 1998, los Rolling Stones realizaban su gira mundial Bridges to Babylon Tour y, mientras en otras ciudades los teloneros eran artistas como Bob Dylan, Carlos Santana, The Smashing Pumpkins o Jamiroquai, los ingleses eligieron que fuera el Tri quien abriera sus conciertos en el Foro Sol de la Ciudad de México.

No faltó en aquel entonces quien intentara polemizar la decisión de sus majestades, pero yo siempre aplaudí tan justo reconocimiento al grupo mexicano. Nadie tenía la altura, ni la trayectoria para calentar el escenario más que el Tri; tuve el honor de ser testigo de ello, no sólo al momento del concierto, sino desde muy temprano porque hice una cobertura de más de 12 horas, desde que Alex y Chela Lora salieron de su casa muy temprano, hasta que terminó su presentación en medio de una impresionante ovación.

Llegué a las 8 de la mañana a casa de los Lora. Me impresionó el temple de la familia a escasas horas de enfrentar un día histórico, sobre todo, para ellos.

Acompañé a Alex en su desayuno en lo que Chela terminaba de coordinar algunos detalles del día. Debo decir que nunca he visto a nadie comerse unos huevos revueltos con chorizo, salsa verde y tortillas con más gusto que a Alex Lora. Es que se te hacía agua la boca sólo de verlo. Y encima me contaba historias de sus tocadas por el mundo. Era como un sueño estar sentada con él en ese ambiente tan campechano, en su desayunador escuchándolo hipnotizada. Chela aún tuvo el detalle de hacerme un recorrido por la casa que era preciosa; decorada con muy buen gusto y mucha personalidad. Ella y yo compartimos la misma pasión por los perfumes, así que me enseñó incluso una vitrina en donde los guardaba, incluyendo el primero que le regaló su amado Alex.

Recorrimos la ciudad hasta el recinto y presencié su prueba de sonido. Fueron tan profesionales, pero tan cercanos y cariñosos al mismo tiempo que era imposible no admirarlos y hasta quererlos.

Acabo de tener el placer de entrevistarlos para mi nueva plataforma atalasarmiento.com, y me encantó reconocer a esos mismos personajes encantadores, saber que ahí siguen. No hay otros que puedan presumir de seguir vigentes luego de 50 años. Es innegable, como Lora y el Tri no hay ningún otro.

 

POR ATALA SARMIENTO 

COLUMNAS.ESCENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX

@ATASARMI

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