El Estado de México, Tlaxcala y Puebla siguen siendo los líderes en robo a transporte de carga con 564, 559 y 325 denuncias respectivamente, siendo el Circuito Exterior Mexiquense el punto más afectado y donde se han presentado 465 denuncias por asalto y robo, principalmente de alimentos y bebidas. Aunque los gobiernos estatales, federal y los legisladores han puesto de su parte para detener el fenómeno, la rata sigue activa y de enero de 2018 a septiembre de este año, acumula 8 mil 900 incidentes de robo en el país. El atraco a ferrocarriles ha disminuido en la frontera entre Puebla y Veracruz, pero los malandros han emigrado a Chihuahua, Coahuila y Nuevo León, donde hoy operan como parte de su capacidad de adaptación, según datos de la Concamin. Es decir, falta mucho, pero mucho por hacer.
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Luego de los destrozos causados por los autollamados anarquistas durante las marchas por Ayotzinapa y la aprobación del aborto, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum aseguró que los daños causados a los negocios serían cubiertos por sus seguros. Sin embargo, en el caso de los ocho restaurantes vandalizados no será así. Las aseguradoras no cubren daños por desastres naturales ni por DISTURBIOS POPULARES como es el caso. Así que, como me dijo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Francisco Fernández, serán los propietarios y los trabajadores de esos establecimientos quienes tendrán que cargar con los 100 millones de pesos que costará el chistecito. Para la marcha de hoy 2 de octubre, habrá “cinturones de seguridad”, lo que sea que eso signifique.
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Que con buenos ojos fue vista la intervención de Olga Sanchez Cordero, en la comparecencia que sostuvo la semana pasada con senadores en la glosa por el Primer Informe de Gobierno, lejos de los temas que dieron paso a la comparecencia, se notó un manejo escrupuloso de los criterios jurídicos de la ministra en retiro, que sabe cómo aplicarlos al ser la responsable de la política interior. Tan bien fue vista su intervención que en los pasillos del Senado hasta la oposición tuvo una buena opinión.
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Llama la atención lo dicho por el presidente López Obrador de que ofrecerá el avión presidencial a su homólogo Donald Trump la próxima vez que hablen por teléfono. Insiste en que el famoso TP-01 no lo tiene ni el presidente de Estados Unidos, pero olvida que no sólo el Air Force One es un enorme Boeing Jumbo con la más alta tecnología táctica, cibernética y militar, nada comparable al avión mexicano, sino que además cuenta con un aparato gemelo y por si fuera poco, están dos más pedidos y en fabricación para reemplazar a los actuales. Por cierto, el propio López Obrador dijo en su mañanera hace meses que ya había siete países interesados en hacerse del TP-01. ¿Qué habrá pasado con ellos?
POR ENRIQUE MUÑOZ
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