En las Islas Feroe subieron a su sitio web este anuncio: “Cerrado por mantenimiento, abierto por voluntariado”.
La primera pregunta que me hice fue: ¿quién iría tan lejos?
Para hacerlo más difícil, las autoridades turísticas sólo aceptaron a 100 personas.
La sorpresa es que llegaron miles de solicitudes, entre ellas de mexicanos.
El trabajo consistió en dar un toque de TLC (Tender Loving Care) Cuidado Amoroso y Tierno, escribió la oficina de Turismo en la convocatoria, aunque realmente ese fin de semana de abril los aplicaron en proyectos de limpieza y conservación de los diferentes destinos turísticos.
El resultado ya estaba calculado y tuvo un fuerte impacto de forma positiva en los medios de comunicación y redes sociales de manera exponencial; otro punto a favor es que fue gratuita, tanto que si se calculara un presupuesto para el caso, ¡sería impagable, de decenas de millones de dólares!
Por otra parte, formaron a 100 individuos de buena voluntad en embajadores turísticos que constantemente difunden información por sus redes sociales y en los canales locales, acerca de las buenas prácticas sustentables de las Islas Feroe y sus bellezas naturales.
Ha sido tanto el éxito, que se repetirá la campaña anualmente.
Las visitas a este destino vienen subiendo 10 por ciento en el último lustro, pero después del anuncio de “Cerrado por mantenimiento” esperan ascender a más de 50 por ciento, aunque lo más importante no es el número, sino que serán sólo visitantes conscientes que quieran preservar y proteger las islas con conocimiento responsable.
Las Islas Faroe cuentan con más aves –dos millones de diferentes especies– y ovejas –unas 70 mil recorriendo las colinas– que habitantes –apenas 50 mil–, su temporada para recibir turistas es de apenas cinco meses al año –de mayo a septiembre– y están muy alejadas del mundo: se ubican a 260 kilómetros de la costa escocesa, 450 kilómetros de Islandia y 990 kilómetros de la costa danesa, su mayor referente, porque son un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca.
La mente detrás de la idea para promocionar así las islas es de Guorio Hojgaard, una talentosa nativa que salió de su pueblo a estudiar comunicación a Copenhague y que trabajó dirigiendo el marketing de Visit Estocolmo y Visit Dinamarca, para luego regresar a su tierra y ahora aparecer en la lista de las 28 personas más influyentes que estarán “formando, sacudiendo y agitando Europa en 2019”.
La idea que se aplicó a las Islas Faroe es genial y la coyuntura de nuestro país se presta para establecer el turismo de conciencia –no confundir con el voluntourismo turismo de la miseria que muchas agencias explotan– para ello se necesita trabajar una idea que reditúe en impulsar la sustentabilidad de algún destino turístico y al mismo tiempo generar promoción constante de México.
Ante la ausencia de presupuesto y mecanismos para la promoción turística del país, hay ideas que pueden suplir con creces la falta de capital para la difusión turística nacional.
POR EDGAR MORALES
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