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EEUU y los Kurdos: un vuelco esperado

Trump decidió retirar sus tropas de Siria como seguimiento de una promesa de campaña: salir de choques en Asia menor

OPINIÓN

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La decisión de retirar las tropas estadounidenses de la frontera entre Siria y Turquía, donde constituían de hecho una zona neutral entre sus aliados turcos y kurdos contra los remanentes del Estado Islámico, provocó un reacomodo político en la región y reavivó problemas de la política exterior estadounidense.

El presidente Donald Trump tomó la medida como seguimiento de una promesa de campaña, de salir de conflictos en Asia menor.

En cierta forma no fue una sorpresa. Ya a fines de 2018 Trump había expresado su intención de retirar a los entonces alrededor de dos mil soldados de "Fuerzas Especiales" estadounidenses en Siria, donde combatían a lado de los kurdos contra el Califato establecido por el Estado Islámico y ahora sus remanentes.

Pero la decisión adoptada la semana pasada pareció precipitada, tanto que llevó a Trump a enfrentar una tormenta interna y a amenazar al gobierno turco con sanciones económicas "devastadoras" si sus acciones pasaban una línea que en realidad no está delimitada.

Por lo pronto, la medida llevó a los estadounidenses a abandonar a sus aliados kurdos y dejarlos expuestos a las acciones del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, ansioso de anular lo que ve como una amenaza en las fronteras de Turquía.

La amenaza son justamente los kurdos, un grupo étnico que fue dividido entre Irak, Irán, Turquía y Siria durante la partición de Asia Menor entre Gran Bretaña y Francia después de la Primera Guerra Mundial.

Y desde entonces han buscado establecer un país independiente, o por menos regiones autónomas, metas que no son exactamente del agrado de las naciones en las que quedaron repartidos y en Turquía menos que en cualquier otro.

Para los turcos, la que tal vez sea la principal formación política de los kurdos, el Partido de los Trabajadores (PKK) es un grupo terrorista. El PKK busca abiertamente la creación de un estado kurdo dentro de Turquía y desde 1984 inició una campaña que incluye actos armados.

En Siria, los aliados estadounidenses eran las Unidades de Protección Popular (YPG), que obligados por la decisión de EU y la inminente incursión turca, lograron un acuerdo con el gobierno del presidente Bashir el Assad. Ahora, el ejército sirio será el aliado de los kurdos frente a los turcos.

El tema se complica más porque el gobierno sirio es aliado de Rusia, el gran rival de Estados Unidos y tan empeñado como Turquía en asegurar sus propias fronteras.

En cualquier forma, la decisión del presidente Trump es parte de una propuesta problemática para muchos estadounidenses: "El presidente ha esbozado una visión de política exterior profundamente equivocada que desconfía de los aliados de EU, desprecia las instituciones internacionales y es indiferente, si no totalmente hostil, con el orden internacional liberal que Estados Unidos ha sostenido durante casi ocho décadas", apuntó el politólogo Elliot Cohen en la revista especializada Foreign Affairs.

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@CARRENOJOSE1

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