La Monja

Un año después de que se estrenara la segunda parte de Annabelle, llega a la pantalla grande la historia de La Monja, cinta que forma parte del universo de El Conjuro

En agosto del año pasado en este espacio hablábamos de la secuela de Annabelle, y sobre lo que ha logrado el cineasta James Wan con la saga de películas de terror comandadas por El Conjuro, la cual vio la luz en 2013 y desde entonces, prácticamente cada año se ha estrenado una película de esta especie de universo que ha fascinado a los fans del género como su servidora. En esta quinta entrega, que en orden cronológico se convierte en la primera historia de toda la franquicia, la narración se centra en el tenebroso personaje de Valak, un demonio que toma la forma de una aterradora monja a quien conocimos en El Conjuro 2 (2016), y que volvimos a ver en Annabelle 2: La Creación (2017) y desde entonces nos dejó con mucha expectativa por conocer el origen de este personaje, el cual ha perturbado, incluso en la vida real, a la investigadora paranormal Lorraine Warren. Para narrar el espeluznante capítulo, los creadores del filme nos llevan hasta 1952, año en el que el suicidio de una monja en una abadía rumana lleva a un sacerdote del Vaticano a investigar la misteriosa muerte de la hermana Victoria, quien se quita la vida tras la aparición de Valak, nuestro personaje principal. El padre Burke, interpretado por el mexicano Demián Bichir, se hace acompañar de la hermana Irene, una novicia joven e intrépida, cuyas convicciones son un tanto liberarles para los estándares conservadores de la Iglesia y quien además tiene conocimiento en el territorio de lo paranormal. El personaje femenino protagónico corre a cargo de Taissa Farmiga, sí, hermana de Vera, quien interpreta a la mística investigadora Lorraine Warren y cuyos personajes no tienen relación alguna. Gracias al éxito que han tenido los relatos de El Conjuro, La Monja es el segundo personaje que cobra vida para protagonizar su propia película paralela (el primero fue la muñeca maldita Annabelle) y de una manera genial, Wan ha conseguido que todas las historias tengan una relación congruente y nada forzada entre sí. La Monja, es quizá la cinta más oscura de la saga, al retratar a la Iglesia de una forma aterradora y los saltos de la butaca están a la orden del día. Sin embargo, aunque la película me mantuvo a la expectativa todo el tiempo, debo reconocer que un par de momentos “chuscos”, patrocinados por uno de los personajes, me sacaron completamente del mood en el que estaba y me costó trabajo volverme a meter en él. Algo completamente negativo para una película del género. Ahora habrá que esperar la sexta historia de la saga El Conjuro, la cual, al parecer, se estrenará para el verano del próximo año, y que aparentemente relatará la historia de un sujeto que es poseído por el demonio de un hombre lobo. Así es que la historia continuará...