Sheinbaum quiere acabar el clientelismo

De alcanzar a establecer una nueva relación de operadores políticos conla sociedad, se ganará un aplauso

Uno de los objetivos de gobierno de la próxima administración que encabezará la morenista Claudia Sheinbaum, es erradicar el clientelismo, así lo refleja como punto número uno de su propuesta Democracia, participación social y ciudadana. El planteamiento es muy interesante para una población que se asume sin partido, sin embargo, bajo esa perversa relación es como crearon sus bases sociales los partidos y los políticos. De alcanzar a establecer una nueva relación de operadores políticos con la sociedad se ganará el aplauso generalizado, porque establecer un nuevo mecanismo de atención a la demanda de la población, sin que haya un compromiso político, permitirá subir un escalón en el concepto de la democracia mexicana. Aunque esto implicaría modificar por completo la red social de los partidos políticos, así construyeron sus bases, esa fue la escuela del priismo, que retomó el perredismo y sobre la cual se montó el partido de Morena. Por eso se ve difícil alcanzar el objetivo. Quizá el primer paso tendría que ser hacia el interior con los cuadros de Morena, es decir, funcionarios, legisladores, operadores de territorio y luego su militancia. El resto de la población estaría encantada. Con ello se daría un giro a la forma de hacer política en a ciudad, serían innecesarios los mítines y concentraciones que son una muestra de capacidad de acarreo que tienen los políticos y líderes hacia sus opositores; la población acudiría por interés a actos políticos y no por obligación para obtener algún beneficio o prestación del Gobierno de la Ciudad de México. En el rubro denominado Participación y corresponsabilidad ciudadana se propone impulsar una democracia barrial “con controles anti-corporativistas”, se nota que el tema no le encanta a la próxima Jefa de Gobierno, hay que tener en cuenta que su paso tanto en el PRD como en Morena se brincó esa experiencia; ademas de que así evita cargar con compromisos con ciertos liderazgos. Recientemente en sus recorridos en las colonias afectadas por el sismo del 19 de septiembre, Claudia Sheinbaum dijo claramente a los damnificados que el diálogo será directo, sin intermediarios, que no busca desconocer a las organizaciones, pero sólo quienes perdieron su departamento van a tomar decisiones. Un par de años bastarán para comprobar si acabar con el clientelismo es un objetivo real del nuevo gobierno o sólo una propuesta discursiva; porque esta relación establecida por la clase política le sale muy cara al erario, es una fuga permanente de recursos públicos y la gente no sale de su condición de pobreza. Ojalá el proyecto de gobierno para la ciudad de la morenista Claudia Sheinbaum Pardo no se atore en el ser y el deber ser, porque muchos miembros de su próximo gabinete ya se están dando de topes con la realidad del ejercicio de gobierno, las responsabilidades y los vicios de la burocracia.