Luis M. Carriedo: Noticias en campaña

El tiempo destinado por los noticieros a la cobertura de las campañas se sincronizó al final de la contienda

La cobertura de campañas presidenciales en noticiarios estelares de televisión abierta terminó sincronizada con las encuestas, al menos con el mismo orden de ganador, el mismo segundo, tercero y cuarto lugares. A la mitad de las contiendas, el tiempo destinado para difundir lo que hacía uno u otro candidato no se mostraba de esa forma, en unos casos eran pronunciadas las brechas de atención periodística, pero los noticiarios emparejaron proporciones al final del camino, como si la agenda editorial se referenciara de última hora con la demoscópica o las empresas mediáticas procuraran que así quedaran sus números, en el orden preciso que perfilaba la votación, escalonados los tiempos. Así se terminó asignando más a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, luego a la de Ricardo Anaya, que había estado varios cortes en tercer lugar de atención informativa, seguido por José Antonio Meade, quien de muchos reflectores al arranque vio cómo su cobertura televisiva se estancaba al final, al mismo nivel de sus votos, luego el Bronco, también cuarto. Según el monitoreo de la UNAM, el programa En Punto, con Denise Maerker, en los 90 días de campaña, dedicó en total nueve horas y seis minutos para hablar de presidenciables en su conjunto. López Obrador tuvo ahí dos horas y 56 minutos, Anaya dos horas siete minutos, Meade 1 hora 56 minutos y Jaime Rodríguez, una hora ocho minutos. El Presidente electo rebasó en 49 minutos el tiempo de Anaya, una hora el de Meade y casi dos el de Rodríguez. Hechos, de Javier Alatorre, ocupó 10 horas y 16 minutos para cubrir a presidenciables y López Obrador cosechó ahí tres horas un minuto, Anaya dos horas y 45 minutos, Meade dos horas y 38 minutos y el Bronco una hora 16 minutos. El noticiario nocturno de Ciro Gómez Leyva dedicó el doble de tiempo que Televisa y Azteca para cubrir las campañas: 22 horas 14 minutos. En este espacio, López Obrador alcanzó siete horas y 46 minutos de exposición, Anaya, cinco horas siete minutos, Meade, cuatro horas 58 minutos, el Bronco, dos horas 50. En 1982, Emilio Azcárraga Milmo explicaba así la cobertura que sólo veía al PRI: “Si se da más tiempo al partido oficial y al gobierno es porque ellos tienen más necesidad de comunicación y nosotros somos evidentemente soldados del presidente de la república y no de los demás; cuando hay necesidad de comunicar algo, pues lo hacemos con mucho gusto” (Proceso, 15/05/1982). Es legítimo que los medios tomen postura y decidan en libertad su agenda informativa, pero no que cierren oportunidad a las audiencias de conocer todas las ofertas y visiones en juego durante una elección. En esa parte hubo razonable equidad, pero con el sabor agridulce de una eventual lógica de cuotas donde “la nota” empata siempre con los escenarios de voto, se alinea. Ya no estamos en los 80, pero la tentación de cuotas en pantalla según la cartera de poder no parece gran evolución ante aquella pantalla única, donde cartera de poder era también única y por eso todo se borraba si no era del régimen en turno. LUIS M. CARRIEDO ASESOR DEL INE @LMCARRIEDO