En vísperas de su sexto y último informe presidencial, Enrique Peña Nieto otorgó una serie de entrevistas en donde se refirió a los éxitos y fracasos de su administración. Y en todas ellas reconoció que con la inseguridad y la violencia de plano no pudo.
En diciembre de 2012, comentamos en esta columna: Nada permite suponer que Enrique Peña Nieto podrá detener la violencia y reinstalar la seguridad en el país, aun cuando introduzca un cambio de estrategia contra la delincuencia. La violencia desatada de manera explosiva en el sexenio de Felipe Calderón será una de las varias herencias envenenadas, y no cederá por la sola transmisión del poder presidencial de un hombre a otro, de un partido a otro, advertíamos. Y así ocurrió. Tenemos un país más violento e inseguro que al de hace seis años. Y esa será la herencia que deje Peña Nieto a López Obrador. Y si bien es cierto que es muy temprano para “echarle la sal” al próximo mandatario, los escépticos, pronostican que las cosas en esa materia seguirán igual, a menos que los nuevos encargados de esos asuntos en el gabinete negocien con los delincuentes que le bajen a la intensidad de todos los delitos que cometen.
Si Alfonso Durazo quiere tener éxito en el combate a esos flagelos, tendrá que seguir la misma estrategia que Arturo Durazo Moreno, que consistía en imponer “reglas de operación”, cuya máxima era: A quienes no las respeten lo desaparecemos, los tiramos al mar para que se lo coman los tiburones, y cositas por el estilo que le dieron buenos resultados… hasta que un buen día aparecieron flotando algunos cadáveres en el río Tula y descubrieron al Negro.
Como hoy existen los derechos humanos, Durazo, el sonorense, tendrá que encontrar nuevas “fórmulas” para pacificar al país. Bueno, para ello contará con la ayuda de Nestora Salgado. Los observadores escépticos insisten: Ningún presidente —ninguno— ni priista ni panista pudo cumplir en el ejercicio del poder federal ni siquiera una parte de las ofertas que hizo en campaña electoral. Así qué.
AGENDA PREVIA: Los agroyuppies de la nueva generación de afiliados al Consejo Nacional Agropecuario están preocupados porque Bosco de la Vega, el dirigente de ese organismo, se resiste a publicar la convocatoria para elegir al próximo presidente del Consejo. Los integrantes de esta cúpula están decepcionados por la actuación de Bosco en las renegociaciones del TLC con EU porque, acusan, puso especial atención al problema de la papa, sector del que proviene, dejando a su suerte a todos los demás. Los inconformes ya tienen candidato: Vicente Gómez que es un referente en la defensa de ese sector. El gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, junto con su homólogo de Oaxaca, Alejandro Murat, participó en un encuentro de respaldo al PRI de Nuevo León, y de manera particular a los candidatos priistas ganadores de las alcaldías de Monterrey y Guadalupe, tras el fallo a favor del Tribunal Electoral de Nuevo León.
EPN éxitos y fracasos
Tenemos un país más violento e inseguro que el de hace seis años. Y esa será la herencia que deje Peña a López Obrador
