Diablitos, ejemplo de menores delincuentes

El Estado no tiene una política pública medianamente eficaz para encarar este fenómeno social

A todos escandalizó el caso de los menores de edad asaltantes en las inmediaciones de Periférico, en la delegación Miguel Hidalgo, conocidos como Los Diablitos, por la laxitud de la ley que impide procesarlos, la falta de responsabilidad de los padres y la ausencia de una política de Estado ante esta realidad. Estos Diablillos forman parte de una banda de unos 12 integrantes que se convirtieron en un caso emblemático en la ciudad, pero historias de jóvenes delincuentes, ya sea niños sicarios, niños halcones, niños vendedores de droga, niños burros y niños ladrones hay en todo el país. Los menores son carne de cañón para organizaciones criminales, pero también sus actividades se convierten en una forma de vida de las familias. Recién este lunes se les retiró a los padres la custodia temporal de Damián, de 15 años, y Ronaldo, de 13, para ser enviados a centros del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Un juez especializado determinó que deben presentarse cada 15 días, mantenerlos bajo vigilancia, que no se acerquen a las víctimas y fijó un plazo de 30 días para concluir la investigación. Cuando los detuvieron en agosto y salieron de inmediato porque no se les podía procesar, pues la ley lo impide, a pesar de las víctimas, los padres de Damián y Ronaldo consideraron una travesura de niños que sus hijos anduvieran asaltando con pistolas hechizas. Si ésa es su forma de educar por qué no actuó antes el DIF para retirar la tutela de los menores, ya que no está garantizado el crecimiento de los menores en un ambiente sano. Los familiares muchas veces toleran y justifican los actos ilegales de sus miembros, pero los padres no pueden evadir la responsabilidad que tienen en la educación de sus hijos, y si no, que el Estado se haga cargo. ¿Qué futuro les espera a Damián y Ronaldo? Todos lo sabemos. El Estado, ya sea gobierno federal o Gobierno de la Ciudad de México, ha sido incapaz de plantear una política pública medianamente eficiente para este fenómeno social, no se pide que se violenten sus derechos humanos de los menores, sólo que actúen para cumplir con su responsabilidad: garantizar la seguridad de los habitantes. Es interesante que cada que se presenta un problema en materia de seguridad y justicia, las autoridades dicen que es consecuencia del Sistema de Justicia Penal que está mal, pero en su momento todos lo aplaudieron. Ahora, a pasos de tortuga, quieren cambiarlo, pero cuando eso ocurra, Damián y Ronaldo tendrán 30 años. El objetivo de ese sistema era que las cárceles no se llenaran de inocentes, es noble, pero el efecto que logró es que no se puede procesar a quienes delinquen y la sociedad se tiene que aguantar. ¿De verdad no puede haber un justo medio? El debate sobre la justicia para menores lleva décadas en el país y en el fondo es igual, no les ha interesado un cambio de fondo, se han perdido en el argumento de medidas preventivas que tampoco aplican. Ya se puede hablar de generaciones de niños delincuentes, que se convirtieron en adultos.   BARAJASURIAS@GMAIL.COM @ESBARAJAS