El beso de AMLO vs. el chat lenón de Cabeza de Vaca

Extrañó que a muchos personajes públicos les ganara la filia partidista por encima de la crítica contra la violencia de género

Ayer circuló en Twitter mucho material buscando desviar la atención del comentario misógino del senador Ismael García Cabeza de Vaca y tratando de diluir el peso de sus expresiones, que tan graves le parecieron a él mismo al grado de que se disculpó públicamente. Extrañó que a muchos personajes públicos les ganara la filia partidista por encima de la crítica contra la violencia de género. Hubo de todo para disculparlo: desde quienes acusaron que no se le dio el mismo trato a Andrés Manuel López Obrador, por haberle dado un beso en la mejilla, sin permiso, a una reportera para evadir responder a una pregunta incómoda, hasta quienes ondearon la bandera de la privacidad del celular de García Cabeza de Vaca, ocupado en un chat lenón a media sesión de un recinto público, en uno de los Poderes de la Nación y moderado por un servidor público (el senador), quien en esas condiciones no puede conservar un perfil privado en ese exacto momento. También hubo quien achacó la crítica contra el legislador a la mochez del PES, presente en la IV Transformación del país, que ahora no soporta y censura un desnudo. Casi, casi sonaba al reclamo de estigmatización que padecieron, por ejemplo, Pita Amor o Carmen Mondragón, Nahui Olin. Hubo quien hizo una encuesta en internet sobre cuál de esos dos hechos resultaba peor visto por mujeres. El concurso de miserias –porque se asume que ambas conductas fueron negativas, aunque, según la redacción del sondeo, se propone que una podría serlo más– omitió el contexto del chat del senador. Se hizo la pregunta: “A ver mujeres ¿Qué está peor? ¿Qué un presidente electo te plante un beso sin preguntar? O ¿Que un senador circule tu foto en bikini con sus amigos (emoji de un cerdo)?” (sic). Se mostró la situación como si se tratara sólo de haber exhibido a una chica en bikini y convenientemente omitió mencionar el diálogo alusivo a la presunta posibilidad de prostitución, entre los participantes de la conversación, amén de que la involucrada aclaró ya que no ejerce tal actividad y que han vulnerado sus derechos y, a ella sí, su imagen y privacidad. Les llovieron todo tipo de críticas, pero también de defensores. No vale la pena darles más foro aquí a los protagonistas de la escaramuza por el “honor” del señor senador don Ismael. Quienes usamos las redes sabemos quiénes son, y ya cargan con ese estigma. Y no deja de ser increíble notar que se quiera tapar con un dedo la barbaridad, y meterla abajo del tapete del interés partidista, como se mete la basura que no se barre, sino sólo se esconde.

PODER QUE NO SE USA... Si a alguien le quedó duda de cómo va a negociar Morena en la Cámara de Diputados del Edomex, que revise el reparto de comisiones. El partido de AMLO se autoasignó 17, 48.5 por ciento de las que hay. Al PAN le tocaron cinco; al PRI y al PT, cuatro a cada uno; al PES, tres, y al PVEM y al PRD una a cada uno. Lo de no usar la aplanadora es puro discurso. Poder que no se usa, se desperdicia. Así la aplicaron.

HUGO.CORZO@HERALDODEMEXICO.COM.MX

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