La seguridad nacional y las medidas necesarias para garantizar la integridad personal de los ciudadanos no son temas que puedan tratarse de manera superficial; tampoco se deben abordar de forma improvisada o reactiva y menos ser evaluadas por su inmediata eficacia, pues se trata de asuntos que requieren un tratamiento más que correctivo.
El crecimiento de actividades ilícitas como el narcotráfico y la proliferación de otras, también delictivas que se han ido permitiendo bajo complicidad, o por incapacidad de las autoridades responsables de salvaguardar a la sociedad y los valores que permiten su sano desenvolvimiento. No pueden ser toleradas por los ciudadanos que son víctimas y menos por los gobiernos que emanan de un mandato popular que abiertamente ha condenado dichas actividades, la falta de medidas correctivas y de carácter preventivo que contribuyan a su erradicación.
En ese contexto, las medidas que se adopten de combate al narcotráfico y a la economía de la droga han de ser comprendidas no sólo desde la perspectiva policiaca, tanto como desde la perspectiva social. Las acciones que se observen, deberán ser acompañadas por otras que reconozcan la lógica económica del fenómeno, pero sobre todo la perspectiva educativa y la de la necesaria integración de la sociedad.
El conjunto de acciones integradas deberán producirse simultáneamente, para que, no obstante, no exista un éxito contundente por las medidas inmediatas en el corto plazo, sí se le regrese a las instituciones la credibilidad necesaria para generar una expectativa positiva que nos recupere el orden y el retorno a la estabilidad de la vida en sociedad.
La alternativa de la educación como estrategia positiva para reconstruir el país, pero también el reconocimiento de la pobreza como realidad incuestionable, deberán ser abordadas simultáneamente y con sentido de urgencia si de verdad queremos corregir la afectación y la incapacidad que produce la falta de valores, la ignorancia y la necesidad, en relación con el problema de la inseguridad y en donde actividades como el narcotráfico encuentran el campo de cultivo apropiado.
De manera directa e inmediata deberá actuarse con eficacia en los siguientes asuntos:
-Voluntad política. Liderazgo en la lucha, asignación de recursos, atención a situaciones y ubicaciones de conflicto.
-Policía. Profesional, unificada, capacitada, equipada y sistema de inteligencia.
-Administración de justicia. Leyes más severas, cultura de denuncia y castigo a la corrupción, actuación pronta, expedita y cierta, y profesionalización de personal.
Es fundamental que las futuras generaciones y nosotros mismos desde ahora nos sintamos protegidos en nuestra integridad y trabajemos por el restablecimiento de la confianza en nosotros mismos y en nuestras instituciones.
Es importante que en un tema como la falta de seguridad, no abandonemos la lucha en todos sus frentes, desde el hogar hasta la plaza pública y cada uno desde sus capacidades y cada uno en sus respectivas responsabilidades.
SALVADOR CERÓN AGUILAR
COLABORADOR
Salvador Cerón: Seguridad y narcotráfico
Las acciones deberán ser acompañadas por otras que reconozcan la lógica económica del fenómeno