Desde hace muchos años se han realizado acciones para recortar el gasto del gobierno, mismas que hasta ahora han sido insuficientes. Se han presentado tragedias graves que han dejado algunas zonas del país colapsadas en su infraestructura y económicamente también, tenemos claros ejemplos de cómo los sismos del año pasado acarrearon pérdidas cuantiosas en diferentes estados, incluyendo la Ciudad de México.
Por otro lado, tenemos también los abusos que algunos funcionarios públicos, políticos y legisladores han llevado a cabo, así como los terribles actos de corrupción que durante años han lastimado el bolsillo de todos los mexicanos. Por todo esto, hoy, los mexicanos, expresaron su más grande hartazgo en las recientes elecciones y exigiendo por diferentes vías acabar con la corrupción.
La austeridad juega un papel fundamental en la actualidad y la sociedad demanda sencillez en el servicio y generosidad en la atención.
Rechazamos absolutamente al político ostentoso y corrupto que busca beneficiarse, dejando de lado el interés de la gente.
Si bien la austeridad es indispensable en todos los sectores, en el ámbito público gubernamental, es urgente, para ello se deben tomar medidas eficientes que sirvan para que el gasto público sea efectivo.
Acabar con privilegios es un discurso muy fácil y populista, en los hechos, se siguen conservando privilegios insultantes en todos los niveles, situación que demandamos cambie de manera inmediata.
Por ello, se debe someter a los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial a un verdadero régimen de austeridad permanente, donde el gasto esté dirigido a la satisfacción de las necesidades del pueblo, reduciendo gastos de operación, los llamados lujos como uso de automóviles especiales y partidas de gasto ocultas.
Eficientando también los programas sociales, exterminar el clientelismo y la corrupción, porque desafortunadamente los beneficios no llegan a quienes más lo necesitan, se encuentran cooptados por partidos, organizaciones, sindicatos y grupos de poder, por ello, vemos que la política pública jamás incide en reducir la pobreza y la desigualdad.
No hay duda de que se debe instaurar un cambio en el manejo del gobierno, apoyo por completo la austeridad, pero debe ser completamente verdadera y no abusar de medidas populistas por mínimas que sean, ya que eso también es corrupción.
De acuerdo con el informe de Transparencia Internacional: Las Personas y la Corrupción en: América Latina y el Caribe, México es el país con mayor índice de corrupción en la prestación de servicios públicos en América Latina y en el Caribe.
Lo anterior demuestra que si bien la austeridad es urgente, no debemos dar ni un paso atrás en lo que se ha avanzado, primero se debe acabar con la corrupción y así lograr que México crezca a una mayor velocidad.
La austeridad llegó para quedarse, no debe discutirse más si se lleva a cabo o no, solo debe implementarse de una manera efectiva.
MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
PARTIDO ACCIÓN NACIONAL
@MARIANAGC