Las obsesiones de Nick Hornby

La escena es simple: John Cusack está fumando en un sillón y recordando la cita que tuvo con una exnovia; entonces, mira fijamente a la cámara y pronuncia la siguiente oración: “Lo que realmente importa es lo que te gusta y no cómo eres. Libros, discos, películas… estas cosas importan. Llámenme banal, pero es la verdad”. Y sí, importan y mucho. O por lo menos eso es lo que ha plasmado en cada uno de sus libros Nick Hornby, probablemente el autor británico con mayor número de referencias y legado en la cultura pop del último cuarto de siglo.

[caption id="attachment_367524" align="alignright" width="300"] HISTORIA. En la cinta Amor en vinilo, el personaje de Annie interpretado por Rose Byrne entabla una amistad con Tucker (Ethan
Hawke) vía correo electrónico.[/caption]

Este fin de semana estrenó Amor de vinilo (Juliet, Naked), la quinta adaptación de una de sus novelas. El filme gira alrededor de una pareja compuesta por Annie, la curadora de un museo, y Duncan, su novio obsesionado por Tucker Crowe, un músico de los 90 que desapareció súbitamente. La película trata sobre segundas oportunidades, relaciones desgastadas y referencias musicales del siglo XX.

Para todos aquellos que no están familiarizados con la obra de Nick Hornby, realizamos una pequeña guía para entender los temas que siempre aparecen en su obra y que lo ha convertido en uno de los escritores y guionistas más relevantes de este siglo.

AMOR Y OBSESIONES

“Me enamoré del futbol justo como ocurrió con las mujeres: de manera repentina, inexplicablemente y sin pensar en el dolor que esto me traería”.

Para Hornby, el amor es algo pasional, un acto de fe, que define cada una de sus novelas. Y al hablar de amor, puede ser inspirado por una mujer, un deporte, o un artista desaparecido.

[caption id="attachment_367529" align="alignleft" width="300"] High Fidelity[/caption]

El mejor ejemplo de este tópico es evidentemente en su libro más famoso (y que dio nombre a esta columna): High Fidelity. Rob es el dueño de una tienda de discos que después de una ruptura, decide buscar a sus exnovias para conocer sus fallas como pareja. A través de este viaje nostálgico,

Hornby expone la dualidad de las relaciones, acompañadas de canciones y películas que refuerzan sus teorías: los ideales platónicos de querer envejecer al lado de alguien porque tienen los mismos gustos; pero también el dolor de saber que de un día para otro, las promesas y el cariño pueden terminar. [caption id="attachment_367528" align="alignright" width="300"] NOSTALGÍA. Un clásico de
los 90, fue la cinta Fever Pitch.[/caption]

Por otra parte, el amor hornbyano también puede caer en un fanatismo religioso que es un arma de doble filo como se puede presenciar en Fever Pitch, su obra más autobiográfica, acerca de un profesor de escuela que se debate entre

su pasión por el futbol y una mujer.

El amor que el protagonista profesa por el Arsenal, su equipo favorito, le proveé una identidad y la fabricación de una microgalaxia de obsesiones con sus propias reglas; sin embargo, esta situación aísla a los personajes y los coloca una armadura egoísta ante la posibilidad de experimentar una relación verdadera -es decir, una pareja que no comparta sus manías-. En Juliet, Naked: el apocalipsis entre la pareja protagonista se desata cuando discuten sobre un disco. [caption id="attachment_367540" align="alignleft" width="300"] PREMIO. Reese Witherspoon
ganó un Oscar por la cinta Wild.[/caption]

La búsqueda, encuentro y pérdida de estas ilusiones amorosas han sido el evangelio de cada uno de sus libros/películas, y como spoiler: el amor sentimental siempre triunfa sobre las obsesiones. Es así cómo cada uno de sus protagonistas aprende a madurar.

La gran pregunta que Hornby nos plantea en papel o sentado en una butaca, es sí creemos que cada personaje asume la responsabilidad de cambiar sus hábitos y afrontar una vida adulta.

MADUREZ Y CULTURA POP [caption id="attachment_367527" align="alignright" width="300"] CINE. Hugh Grant participó
en la cinta About a boy[/caption]

El universo de Hornby está gobernado por un kidults cultos, egocentristas y que conocemos el momento más frágil de sus existencias. Sus crisis emocionales son el punto de partida de sus historias: Rob y su corazón roto o Will, un soltero de treintatantos años, que afronta el mayor reto de su vida pueril cuando se convierte en amigo de un puberto solitario, en About a Boy.

Los personajes principales, además de estar al margen de la inmadurez, suplen su falta de cariño alimentando su vacío con datos innecesarios sobre la cultura pop: Rob crea lista de sus libros, películas, canciones que tocar en su funeral y discos; Sam, un chico de 16 años, y narrador de Slam, afronta el embarazo de su novia, mientras recita todos los trucos de patineta y la biografía de Tony Hawk (por cierto, la versión cinematográfica de este libro fue realizada en Italia y pueden encontrarla en Netflix).

Poco a poco, los protagonistas van encontrando un poco de paz y las piedras cenitales para contrarrestar sus carencias: no son hombres perfectos, pero intentan tomar las decisiones correctas (encontrar las fallas como novio o convertirse en el padre putativo de un adolescente). Y son estas escenas, las mejores escritas de sus carrera: las epifanías que los ayudan a crecer son dolorosas y en las cuales, irremediablemente, en un instante de introspección, los personajes entienden que todos los errores y tragedias personales han sido obra de su propia autoría (Rob se da cuenta que él ha sido el villano en la mayoría de sus relaciones y no viceversa; Annie, en Juliet, analiza que ella fue quien decidió desperdiciar años en una relación sin futuro, y Hugh Grant, en About a Boy, que su soledad ha sido una decisión propia y no de terceros que lo han abandonado). [caption id="attachment_367538" align="alignleft" width="300"] ÉXITO. A long way down se basó en un libro de
Hornby publicado en 2005.[/caption]

La gran pregunta que Hornby nos plantea en papel o sentado una butaca, es si creemos que cada personaje asume la responsabilidad de cambiar sus hábitos y afrontar una vida adulta.             Por Josué Corro