¿Quiere usted ver una buena pelea llena de rudeza necesaria?
Sólo póngale atención al juego de "hardball" (pelota ruda) entre Canadá y Estados Unidos. Y si México se mete… los canadienses jugarán contra México también.
Y usted pregunta, ¿y contra nosotros por qué? ¡Que buena pregunta!
La respuesta es, porque nosotros nos lo buscamos declarando que estábamos dispuestos a tener un acuerdo comercial bilateral sin Canadá. Ahora en Ottawa, la capital canadiense, están trinando creyendo que México, haciéndole el juego a Donald Trump, le esta poniendo presión a Canadá para que firme un tratado de libre comercio que a los canadienses aún no les conviene.
Canadá no va a cumplir con el plazo del uno de octubre para sellar los acuerdos de libre comercio. Quien me dijo esto en Ottawa me dijo también … "Si eso no le gusta a Trump, pues que Trump le haga como quiera". El primero de octubre es la fecha límite para que el Congreso en Washington empiece la revisión del texto de lo que sería TLCAN-2.
El jueves, en una cena con precio por pareja de 35 mil dólares, Trump les dijo a sus donantes, que el nuevo nombre del TLC seria USM-C- United States, México y la C se agregaría si Canadá se unía al pacto.
Canadá obviamente tiene interés, pero se unirá cuando le convenga a Canadá, no cuando Trump y cuando México quieran.
Yo conozco bien a los canadienses, mi adolescencia la pase en Quebec, y le aseguro son la gente más agradable y decente del mundo… a menos que quieran no serlo. Y hoy, no quieren serlo, y por lo que me dijeron– México y los mexicanos… "Can go to hell!" Pueden ¡irse al demonio!
Los canadienses van a jugar "Pelota ruda", seguros que el Congreso en Washington no aceptará un pacto bilateral con México, debido a que el mandato que le dieron a Trump fue para un acuerdo tripartita. Además, los senadores de los estados que comercian fuerte con Canadá, no permitirán que eso se les venga abajo.
Para ser justos, los canadienses se la buscaron por tramposos y ventajosos (cuando lean esto dejaran de hablarme) porque quieren dar muy pocas concesiones en su industria de lácteos, no porque valga mucho, vale menos del uno por ciento del Producto Interno Bruto canadiense, pero vale muchísimo en términos políticos para Justin Trudeau, el premier canadiense.
Trudeau está dispuesto a ceder en el capítulo 19 de resolución de conflictos, en la defensa de las empresas culturales, hasta en las patentes de farmacéuticos, pero en la leche… las concesiones serán mínimas.
Conclusión: Los canadienses creen que México está dispuesto a destruir el pacto tripartita y a aceptar cualquier tratado bilateral con Trump para que el presidente Enrique Pena Nieto firme el acuerdo como parte de su legado, y para quitarle el dolor de cabeza al nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Bueno para decirlo delicadamente a los canadienses hoy, les importan un bledo las relaciones públicas de EPN. En cuanto a AMLO, por el tampoco, en este momento, sienten mucha simpatía.
*Periodista
Que México y los mexicanos… ¡Se vayan al demonio!
Canadá no va a cumplir con el plazo del 1 de octubre para sellar los acuerdos de libre comercio. Ese país tiene interés, pero se unirá cuando quiera