Resulta inevitable que vengan a la mente las imágenes de Diego Armando Maradona haciendo desfiguros e insultando a los seguidores de la Selección de Nigeria hace apenas dos meses durante el Campeonato Mundial de Rusia. La escena de un Maradona exacerbado y soez, haciendo una seña obscena desde un palco, dieron la vuelta al mundo.
No hace falta ser mago para saber que la sorpresiva contratación de Maradona por los Dorados es una apuesta arriesgada, un auténtico autogol, si tomamos en cuenta que Diego no tiene crédito como entrenador y no parece estar en condiciones físicas para dirigir. Su presencia será más bien simbólica, pues serán sus auxiliares quienes realmente se encarguen de manejar tácticamente al conjunto sinaloense, que se encuentra en el sótano de la tabla general.
Para no ir más lejos, Paco Ramírez, despedido del llamado Gran Pez, es más entrenador que El Pelusa. Dorados ha contratado a un gran exjugador, no a un buen técnico. Repetidamente Maradona proyecta una mala imagen, que en nada ayuda a construir la de este club de la Segunda División, aunque es verdad que el trancazo mediático ha sido extraordinario. Hasta los más acendrados maradonistas saben que su ídolo no se encuentra del todo bien. Jadea al subir una escalera. Se le barren las palabras. Abotagado, camina despacio y da la impresión de que en cualquier momento puede caerse.
Su auxiliar Luis Islas dice que su jefe es un apasionado del futbol, pero no basta con eso. Para dirigir a un equipo se requiere de conocimientos y capacidades que Diego no ha demostrado. Agregó Islas que El Diez no dudó ni un instante para venir a México. ¿Cómo lo iba a dudar, a pesar de que recientemente habló mal del futbol mexicano, si le van a pagar un dineral?
Fue recibido en olor de multitud y los entrenamientos registran entradones, pero no olvidemos que el impacto mediático se puede alcanzar de muchas maneras, no necesariamente positivas o ejemplares. A ver cuánto tiempo dura este experimento carente de lógica deportiva. La inestabilidad del personaje de marras siembra grandes dudas sobre la duración de este proyecto estrambótico.
TALLA M
Mal va la cosa cuando el referente de la Selección Nacional dice que ésta es pequeña. Mucho trabajo ha costado subir el nivel del Tri, para que Guillermo Ochoa lo minimice de esa manera. Una Selección que lleva varios Mundiales consecutivos superando la fase de grupos y que hace menos de dos meses le ganó a Alemania en la Copa de Rusia, no puede ser pequeña. Y como tampoco es una potencia, vamos dejándola en mediana. No es chica, pero sí menor que muchas otras del universo futbolero. Qué importante es saber expresarse con las palabras correctas frente a los micrófonos de la prensa.
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Simbólico
LA LLEGADA DE diego MARADONA REPRESENTA UN TRANCAZO MEDIÁTICO, PERO ES UNA APUESTA ARRIESGADA