Elba Esther se cuela a la fiesta de AMLO

Avalar su liberación le quitaría credibilidad sobre su principal promesa de campaña: el combate a la corrupción

Bomba política dejó el Poder Judicial de la Federación a López Obrador con la liberación de la estigmatizada maestra, Elba Esther Gordillo, el mismo día en que recibía su constancia de mayoría que lo acredita como presidente electo de México. Porque deja al tabasqueño en la coyuntura de avalar la liberación o, por el contrario, mantener su campaña para crear un tribunal constitucional bajo el argumento de la impunidad que se promueve desde los fallos del Poder Judicial. El primer escenario es lumbre para López Obrador, toda vez que en el imaginario popular de México el nombre de Elba Esther es la encarnación misma de la corrupción y el retraso educativo del país. Avalar su liberación le quitaría en un sector credibilidad sobre su principal promesa de campaña: el combate a la corrupción. Además de que a ella le daría fuerza para recuperar, como es su intención, el control del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que el peñismo le arrebató, al encarcelarla bajo la acusación, ahora derribada, de lavar más de dos mil millones de pesos. El segundo escenario no es mejor para AMLO. Condenar la exoneración de la maestra Gordillo fortalecería su popularidad, pero lo enemistaría con René Fujiwara y Fernando González, nieto y yerno de la maestra, respectivamente, que se aliaron a él durante la campaña política y le aportaron votos en la elección. Sería una afrenta directa a Elba Esther, quien aún desde prisión dejó sentir que todavía mueve los hilos de una parte del poder en México. Y libre es más letal. Claro, López Obrador podría optar por un tercer escenario: lavarse las manos y no fijar posición. O fijarla en voz de otro: como ayer hizo Olga Sánchez Cordero, futura titular de Segob, al decir que Elba “merecía” ser liberada. Pero eso lo colocaría en el escenario número uno. Atrabancados están los diputados locales electos de Morena en Sonora, buscando tirar reformas de la Legislatura vigente que concluye el 15 de septiembre, lo cual es una invasión de facultades, porque aún no son legisladores en forma. Ayer, el Congreso de ese estado reformó la constitución local para que la gobernadora Claudia Pavlovich tenga más margen de veto a decisiones del Legislativo y para modificar el Presupuesto que éste apruebe. También se eliminó el fuero, los fondos legislativos y se aprobó que el Poder Judicial rinda un informe cada año. Pero los diputados electos de Morena quisieron reventar la sesión, buscando impedir la aprobación de las reformas. Van contra el espíritu que, hasta ahora, ha mostrado López Obrador, en cuanto a respetar los tiempos y a las instituciones. EN EL VISOR: Próceres de la Cuarta Transformación: Manuel Bartlett, Napoleón Gómez Urrutia, René Bejarano y ahora Elba Esther. Y en las contras, el que se quiere entronar como el nuevo PRI es el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz. No olvide retrasar su reloj.