Los que trabajamos en los medios de comunicación podemos criticar a los jugadores, directivos y entrenadores, aseguramos que incluso es nuestro deber. Muchas veces tranquilizamos nuestras conciencias afirmando que es crítica constructiva. Sentimos que nuestra capacidad intelectual superior nos obliga a guiarlos, a orientarlos.
En ocasiones también nos obligan a burlarnos de sus fallas, no nos dejan otra opción que pitorrearnos de sus pifias. También a veces acusamos de temas fuertes, sin pruebas contundentes, como deshonestidad, corrupción, o fraude a los que son protagonistas del futbol, nuestro instinto periodístico nos lleva a ello. Si no es cierto, después ofrecemos una disculpa. Ah, pero si alguno fuera de los medios habla mal de nosotros, nos volvemos locos, nos ofendemos, y respondemos con furia desmedida. Imposible entender que se cuestione nuestra autoridad. A los comunicadores no se nos toca ni con el pétalo de una rosa. Nosotros no aplicamos el popular “el que se lleva se aguanta”, nos llevamos, pero no nos aguantamos. Sería bueno practicar más de la sabiduría popular.
¿POR QUÉ TANTA DISPUTA?
¿Qué habrá entre comunicadores y futbolistas que nos tiene en permanente conflicto? A los dos bandos nos gusta sobresalir, ser reconocidos, por eso hacemos trabajo público, si no nos gustara, no saldríamos en los medios o no jugarían en un equipo profesional. Esa hambre de reflectores nos motiva a tener mayor importancia que el otro, de ahí los hachazos de aquí para allá y de allá para acá.
DISTINTAS PROFESIONES, MISMO FIN
En el fondo, buscamos comunicadores deportivos y futbolistas lo mismo, divertir a la afición. Unos en la tele, otros en la cancha, pero nos pagan por exactamente lo mismo, que la gente nos vea, nos siga, nos elija como su principal opción para pasar las horas de ocio. Estaría mucho mejor tener una relación más cordial.
LOS ATAQUES DE SIEMPRE
A pesar de ser un conflicto muy añejo, se siguen utilizando las mismos señalamientos, pocas variaciones. Los entrenadores y futbolistas dicen que los comunicadores no saben de futbol porque nunca jugaron profesionalmente, y los de los medios de comunicación aseguran que los deportistas se comportan primitivamente por su falta de estudios. Ya chole con la misma cantaleta.
CADA QUIEN A LO SUYO
Dentro de esta industria de entretenimiento del futbol, comunicadores y futbolistas somos parte del negocio del show, del show business. No tomarse nada personal, todo como parte de un trabajo.