En esta semana se cierra un ciclo en Mesoamérica con el cambio de gobierno en Colombia.
Termina su gestión el presidente Juan Manuel Santos e inicia una nueva, la del presidente electo en segunda vuelta, Iván Duque.
Será la primera vez en décadas que se respire un clima diferente, por los logros alcanzados por Juan Manuel Santos, quien estuvo a cargo de la Presidencia en este importante momento de transición en su país y en el entorno internacional.
Muchos logros y nuevos desafíos son los que deja. Internos y externos.
Deja a su país con una gestión gubernamental, política y social que lo coloca en otro momento y lugar mundial.
En lo interno, escaló las negociaciones para La Paz interna, articulando los esfuerzos internos, con un complejo tejido de acompañamiento internacional.
Se logró que se incluyera a nuevas fuerzas políticas en los escenarios electorales locales y nacionales.
Se dialogó por años, y los resultados ahí se muestran.
En lo regional, dio impulso a la presencia colombiana, cerrando con los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe.
Participó en el Proyecto Mesoamericano de Integración y fundó la iniciativa de la Alianza del Pacífico, que cierra con un acuerdo con el Mercosur en la reciente reunión en Puerto Vallarta, México.
En lo global, cambió el lugar de Colombia en la estadística comparativa internacional.
Logró el ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Posicionó a las líneas aéreas y otros sectores económicos de su país como el colombiano en los foros económicos internacionales.
Una nueva cultura de diálogo político y social en el que se ha dado lugar a cada uno respetando sus identidades, que refiere un esfuerzo político propio que confirma la tesis de Kofi Annan, exsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas, quien afirmó que se cuenta con las capacidades y los medios para tratar con nuestros problemas, si podemos encontrar la voluntad política.
El presidente Juan Manuel Santos termina su gestión así, deseando lo mejor, con una promesa de no molestarlo, con la tesis de que cada presidente manda en su tiempo y dando gracias a los colombianos.
Se denota una conciencia de los nuevos desafíos para su país.
Se desea lo mejor para Colombia en esta nueva etapa, así como la continuación de los esfuerzos en favor de la integración mayor de la América Central y el Caribe.
En especial, para los proyectos mesoamericanos, se configuró ya un nuevo entorno, de muchas posibilidades para el avance regional.
*Catedrática universitaria