Fin del ciclo del 88

Los neoliberales fueron derrotados y con ello se cierra el ciclo del 88

Rostros de 1988 asoman de nuevo. Unos se hacen presentes. De otros se vislumbra su sombra. Algunos más nos hablan desde su ausencia. Ha vuelto Manuel Bartlett, en aquel entonces secretario de Gobernación, responsable de las elecciones del 88 -época desde la que carga el estigma de la caída del sistema- y hoy a punto de saltar de una pequeñísima oficina de la coordinación del Partido del Trabajo, a la dirección de un lugar estratégico para el país: la Comisión Federal de Electricidad. Junto con la figura de Bartlett asoma también la de Carlos Salinas de Gortari, candidato del PRI a la Presidencia de la República, sobre quien cae la duda del triunfo, por lo que habría de negociar su gobierno con el PAN a cambio de permitirle “legitimarse en el poder”. Presencia, la del ex presidente, que revolotea entre los priistas y asoma de algún modo -quiérase que no- tras el rostro de quien hoy maneja las riendas del PRI: su sobrina, Claudia Ruiz Massieu. Regresa -así sea de manera discreta- el rostro del hombre que hizo historia en 1988 y que a punto estuvo de romper por vez primera la hegemonía del PRI: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Al lado del michoacano, con todo su talento y propuesta democrática bajo el brazo, Porfirio Muñoz Ledo, ave de múltiples plumajes, convertido hoy en diputado electo por Morena. Entre ellos, y con ellos, un tabasqueño revoltoso de nombre Andrés Manuel López Obrador, que en ese 1988 tomaría la decisión de dejar al PRI y sumarse a las fuerzas cardenistas -la Corriente Democrática- para contender por la gubernatura de su tierra. Sí, el mismo que ha contendido tres veces por la Presidencia (dos bajo las siglas del PRD y la última por Morena) y que, finalmente, el próximo 1 de diciembre habrá de recibir la banda presidencial. Estamos viviendo “el fin del ciclo” que se inició en 1988, refiere Muñoz Ledo. A decir de este hombre que ha transitado por la política desde hace de seis décadas, fue en 1988 que se perfiló un Proyecto de Nación. El Proyecto de la Cuarta Transformación del país. “Ésa fue la matriz”. En 88, recuerda, los tecnócratas ganaron la lucha. El neoliberalismo, enarbolado por Miguel de la Madrid y Carlos Salinas se impuso y extendió su manto privatizador durante tres décadas. Hoy, 30 años después, “los derrotamos”. ¡Y de qué manera! No sólo apabullante, sino con cierto sabor metafísico; casi, casi de justicia divina. Porque quién iba a decir que el triunfador de esa larga batalla, Andrés Manuel, iba a ser una de las figuras más políticas en su esencia -nacionalista, carismático y muy cercano al pueblo-; y que el derrotado, José Antonio Meade, encarnaba como pocos la esencia neoliberal: tecnócrata de pies a cabeza, y sin formar parte siquiera de las filas del PRI. GEMAS: Obsequio de Marcelo Ebrard: China invitó a México el 5 de noviembre a una exposición a la que asistirán otros nueve países para que promocionen sus productos. Su servidor y la secretaria de Economía (Graciela Márquez) estaremos ahí acompañando a las empresas y a la delegación mexicana.