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Reingeniería en la SRE

México difícilmente puede cerrar embajadas y consulados en el exterior, eso implicaría mayores costos

OPINIÓN

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En la cancillería y en representaciones en el exterior ya comenzaron a diseñarse escenarios frente a la segura reorganización que tendrá que presentar el próximo secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, al Presidente electo. En el esquema de mayor austeridad que propone el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cabe la posibilidad de rediseño de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de cuatro a dos subsecretarías. La reingeniería más sencilla pero no menos dolorosa es que se fusionen las subsecretarías de América del Norte y la de América Latina y el Caribe en una nueva que puede llamarse “De las Américas” al estilo de la estadounidense que conocemos como la del Hemisferio Occidental. La otra subsecretaría que puede desaparecer es la de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos que puede bajar de rango a nivel de dirección general y estar adscrita a la llamada subsecretaría del ramo o de Relaciones Exteriores. Esta última subsecretaría ha sido tradicionalmente el pilar en el que se soporta las relaciones con el “resto del mundo”, es decir con Eu-ropa, Asia Pacífico, Asia Central, Medio Oriente y África. En los últimos 15 años solo ha habido dos subsecretarios del ramo, los embajadores de carrera Lourdes Aranda y Carlos de Icaza, lo que le ha dado mucha estabilidad a su estructura y políticas que ahí se implementan. La Agencia Mexicana de Cooperación (AMEXID) puede y debe mantenerse porque es un órgano desconcentrado creado por ley. La AMEXID incluso se podría fortalecer si se concentra la cooperación internacional de las diferentes área de gobierno que administran el soft power del país. Lo que es un hecho es que desaparecerá la llama figura de Jefe de la Oficina del secretario que se creó durante esta administración. Esta oficina se puede fusionar de nuevo a la Secretaría Particular del canciller. También se anticipa que desaparezcan muchas direcciones generales adjuntas con lo que adquirirían mayor responsabilidad y peso las direcciones generales regionales y temáticas. México difícilmente puede cerrar embajadas y consulados en el exterior. Eso implicaría mayores costos económicos y políticos en el corto plazo. Esto ya sucedió cuando Jorge Castañeda decidió cerrar representaciones diplomáticas, por la presión en la reducción de gastos y estructura que le mandató Hacienda en su momento. La reingeniería de instituciones generará naturalmente algunos efectos negativos que se deben prevenir para no mandar señales equivocadas sobre nuestras relaciones con el exterior. Agenda estratégica. Conferencia Protocolos de seguridad para operaciones en territorios en conflicto impartida por el Dr. Ricardo A. Salas, director general de Seguridad para el Sistema de la ONU en México: http://www.udlapjenkins.mx/events/list/