MARCA FAN
La comunicación con el fan es una alta cualidad de la marca deportiva: según se realice, generará éxitos o fracasos
Estimado fan, no es que seas un conejillo de indias, pero te cuento que siempre estás en observación de las grandes marcas deportivas que basan su desarrollo y estrategias en la empatía que logran contigo. Y es porque ellas tienen el objetivo de comunicarse contigo todo el tiempo.
El Mundial de Rusia 2018 es otra gran oportunidad para que todo aquello que amas del futbol se acerque a ti, se aproxime a tu gusto más exquisito y te ofrezca su corazón. Los comerciales televisivos resultan parte clave de esa estrategia porque su proyección es masiva. Es en este aspecto que una Copa del Mundo es parecida a un Super Bowl, donde los promocionales se convierten en armas de alto calibre para mandar sus proyectiles a que encajen con suavidad en tu mente. #Zas
En general, las marcas son la representación e identidad de las empresas, entidades y personajes que brindan servicios o productos para el consumo de negocios o personas; están vivas, porque son inteligencia que genera inteligencia, provocan emociones y tienen voz, así como una forma de hablar, por lo que proyectan una personalidad que se acepta o rechaza.
Las marcas deportivas son el mejor ejemplo de que estos factores se tienen que planificar, ejecutar y evaluar de manera constante para asegurar una comunicación plena con el fan. Es más susceptible que esto se vea aquí porque se trata de marcas muy sanguíneas y muy emocionales.
Entre la vorágine de anuncios comerciales que circulan en TV y redes sociales está uno que se cuece aparte, por la forma tan leal en que una marca cervecera se conecta con la gente. ¿Cómo lo logra? Pues pone en la escena justamente a los fans y propicia el arte de la comunicación publicitaria.
Dime si no, estimado fan, has querido en alguna ocasión ponerte en lugar de algún periodista para preguntarle directamente a los jugadores o técnico de la selección de tu país o al club de tus amores. Deseas respuestas a lo que hicieron o dejaron de hacer para padecer resultados que te inquietan o molestan. Sería fantástico, ¿no?
En su obra maestra, Quilmes integra a Óscar Ruggeri, defensa central de Argentina en el Mundial de México 86, líder natural al lado del jefe de jefes, Diego Armando Maradona, y que después jugaría en el América de México en los 90 y dirigiría en este país a Chivas en 2001-02 y las propias Águilas en 2004. En su papel de estratega, salta a la grama del estadio lleno de hinchas que le dicen de todo. El Cabezón sabe dónde se mete y aparece protegido con un paraguas. Desde la grada le echan en cara los juegos perdidos y Ruggeri admite, pero solicita: “Ya basta de memes, por favor, son agresivos e injustos”. Al final, les recuerda que hay un contrato donde los jugadores dejan la vida y los fans alientan... pero las dudas “hay que hablarlas de frente”.
Es cierto que es un comercial, pero podría servir de ejemplo para la vida real.