Las elecciones de julio regresaron a la escena de la Ciudad de México a Federico Döring, uno de los cuadros panistas con un arraigo importante, pero que desde hace dos sexenios había sido acotado por el impulso de la nueva generación representada en Jorge Romero.
Federico Döring fue uno de los dos candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) que logró ganar en el territorio la diputación para el próximo Congreso local, el otro fue Christian von Roehrich, ex delegado de Benito Juárez y parte del clan de Jorge Romero.
Si bien es cierto que hay una diferencia importante de fuerzas entre ambos liderazgos, hoy las condiciones de negociación pueden cambiar.
Jorge Romero ha tenido el control del panismo a partir del triunfo en Benito Juárez en 2012, tiene el dominio absoluto en el PAN de la Ciudad de México, así como en la bancada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Sin embargo, después de los resultados electorales, tendrá que compartir un pedazo del pastel.
Para empezar, de los 11 diputados locales que tendrá el Partido Acción Nacional en el Congreso local, cuatro ya no se pueden contar como parte de los seguidores fieles del jefe del panismo capitalino: Patricia Báez, Gabriela Salcido, Jorge Triana y Federico Döring.
Si bien van a mantener la coordinación con Mauricio Tabe, deberán considerar el poder de este grupo.
Tabe aún es dirigente del PAN capitalino, pero se espera que en la primera quincena de agosto salga la convocatoria para la renovación.
En este caso, el grupo de Federico Döring podría entrar en la disputa. Aunque no tiene la fuerza real para ganarla, pueden obligar a que haya un proceso de selección interna y volver a meter cuadros suyos en el Comité Regional del partido blanquiazul.
Por parte del grupo de Romero hay dos interesados que están abiertamente buscando la presidencia: Ernesto Sánchez y Andrés Atayde.
Actualmente, los dos son diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), pero sólo uno de ellos podrá ser el presidente y eso lo va a decir su líder, dependiendo de cuántas canicas logre juntar cada uno en este juego.
Les podría tocar la presidencia y la secretaría general, siempre y cuando Döring no decida enviar a uno de los suyos a esa contienda interna, porque con toda certeza se quedaría con el segundo puesto en importancia dentro del partido.
Tanto Sánchez como Atayde mantuvieron a lo largo de la Legislatura un bajo perfil. Quizá el primero sea más operador y el otro más técnico; los dos buscan el respaldo de cuadros y el apoyo de la estructura azul.
Verlos a la distancia, hace que se extrañen a aquellos panistas como José Ángel Conchello, Gonzalo Altamirano, José Luis Luege, pero son nuevo tiempos y nuevos cuadros.
Quizá el jalarle un poco el poder al grupo dominante, destape nuevos perfiles políticos en Acción Nacional.
Romero vs. Döring
Si bien, Jorge Romero ha tenido el control del panismo en la CDMX, ahora tendrá que compartir un pedazo del pastel