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La renuncia de René y la impaciencia de Claudia

OPINIÓN

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Alhajero   Ayer, René Juárez Cisneros dio uno de sus mejores discursos. Fue con motivo de su renuncia a la dirigencia nacional del PRI, posición en la que se mantuvo poco menos de tres meses y que abarcó la etapa más complicada de la reciente elección. De su decisión y de la letra de su discurso –incluidas  charlas con distintos priistas que arroparon al guerrerense en su salida- se desprenden dos grandes objetivos: 1.-La decisión de no permitir “dobles cachuchas”. Este mandamiento obligó al propio René Juárez a definir si se iba a la Cámara de Diputados –donde disputará con amplias posibilidades de triunfo la coordinación de la bancada-, o se quedaba en la presidencia del partido. (El liderazgo del PRI en estos momentos no es nada atractivo pues además de la crisis que se vive al interior por la derrota y la lucha de grupos internos por hacerse de lo que queda, el tricolor enfrenta graves deudas económicas). Orilló también a Claudia Ruiz Massieu –quien no se veía nada contenta- a optar entre convertirse en la nueva dirigente del PRI, por prelación; o ir al Senado a disputarle el liderazgo, sin grandes posibilidades de ganar, a Miguel Ángel Osorio Chong. Y fue un “parón” para los gobernadores que ya habían alzado la mano para dirigir desde sus estados al PRI nacional (léase los del Edomex y de Campeche). 2.-Quitarle a Enrique Ochoa toda posibilidad y argumento –como aducir que fue Presidente del PRI- para luchar por la coordinación del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados. De lo anterior resulta –si es que no fue un objetivo en sí también- que el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari tendrá una gran influencia en esta etapa de tránsito del partido, con la presencia de su sobrina, Claudia Ruiz Massieu, al frente del tricolor. De hecho, desde hace días había voces que apuntaban a la intención de Salinas de tomar el control del PRI. Eso, en cuanto a los objetivos e intenciones más la vista de la renuncia de René Juárez. Ahora pasemos al momento en que el dirigente del PRI leyó su discurso de renuncia, porque vaya que fue interesante, y más los gestos –de molestia y de impaciencia- que hacía Ruiz Massieu mientras el guerrerense leía la última parte de su texto. La molestia de la nueva dirigente se hizo notoria desde que Juárez Cisneros iba a mitad de su discurso pero se acentuó –hacía gestos y volteaba a mirar constantemente las cuartillas que faltaban- cuando el todavía dirigente habló de lo que esperaba a futuro para rehacer el partido: -Considero que se requiere  la creación de un espacio para la reflexión incluyente que bien podría denominarse “Comisión Nacional Consultiva para la Refundación del PRI” y que también pueda replicarse en las entidades federativas. -No admito que en cada crisis debamos aplicar borrón y cuenta nueva. -No es tiempo de repartir culpas ni tampoco de ni tampoco de individualizar responsabilidades. -Debemos mantenernos unidos y cohesionados para discutir todo en un marco de respeto a todas las ideas y todas las expresiones, sin descalificaciones ni oportunismos. Para cuando el líder priista soltó finalmente: “Llegué a esta dirigencia con la frente en alto y con la frente en alto me voy”, su sucesora finalmente respiró a gusto y obsequió a su nombramiento una media sonrisa. -0- GEMAS: Obsequio del empresario Claudio X González Guajardo: “Aplaudo la lógica de austeridad que impulsa el gobierno entrante, pero me parece un error rebajar sueldo de los altos funcionarios: puede reducir la participación de individuos talentosos en el gobierno y aumentar la corrupción de los poco éticos”.