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Futbol Institucional

OPINIÓN

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Estimado fan, la industria deportiva es la maquinaria de la felicidad, pero eso no significa que sea una eterna pachanga. En el futbol como en la geopolítica, hay naciones más avanzadas que otras, y es por eso que el ejemplo puesto por España al cesar a su seleccionador Julen Lopetegui es algo incomprensible para muchos mexicanos. La selección de La Furia despidió a su técnico, a dos días de iniciar su participación en la Copa del Mundo, luego de que el Real Madrid diera a conocer a los medios informativos que éste era su nuevo estratega para la temporada 2018-19, y suceder en el cargo a Zinedine Zidane, quien dejó las riendas del cuadro merengue una semana atrás. Las exclamaciones en diferentes redes sociales iban desde el “vaya, ¡qué exagerados!”, “es ridículo e increíble”… a exabruptos con poderes visionarios: “lo que pasa es que no se sienten favoritos y sabían que iban a hacer un pésimo papel” y “¡alguien los compró!”. Pocos comentarios se pueden encontrar a favor de la Federación Española. Es simple, en la configuración del pensamiento de la gente acostumbrada a ver y hacer otras cosas rechaza lo distinto. Lo que se debe tomar en cuenta, estimado fan, es la diferencia de culturas y de asimilación ética. Una selección es un representativo nacional. Con mayor razón, la institucionalidad debe ser un principio inobjetable. Institucionalidad es el conjunto de principios, valores, ideas, creencias y representaciones colectivas que norman las conductas de los individuos dentro de una organización, y es una construcción que debe aplicarse tanto en el sector público como en el sector privado. Lopetegui pudo no tener el error de ventilarlo personalmente a la prensa, pero es responsable indirecto, por el comunicado publicitario que difundió el Real Madrid, ya que este es el club que le contrata y debió acordar con ellos la discreción del vínculo, para no ocasionar con ello un mensaje negativo, por el momento que enfrentaba con la selección española, prácticamente en pleno Mundial. A todas luces, un momento inoportuno e imprudente que podría distraer a los jugadores seleccionados. Desde el punto de vista de la institucionalidad, la FEF actúa de forma correcta. Ahora bien, como en un partido de futbol, los resultados se deben a varios factores. En este caso, los egos también juegan. Del lado del Real Madrid, la actitud es éticamente incorrecta, porque en su estrategia publicitaria, al ostentar su contratación, no tuvo empacho de llevarse entre las patas a su propio nuevo técnico. La institucionalidad es un valor intangible, incomprensible para algunos fans de sangre latina, caliente, familiarizados a actuar por instinto. Como es normativa, no cae bien a quienes hacen de la improvisación un estilo de vida. Si hubiera institucionalidad en México, simplemente la reciente fiestecita del Tri no se habría realizado, o hecho como se hizo. Diferencia idiosincrática. Por si fuera poco, España empató 3-3 con Portugal en su inicio dentro de Rusia 2018 en un partido donde descontó una doble ventaja y estar a punto de ganar con su remonte de  3-2, en un partidazo definido con el triplete de Cristiano Ronaldo.Institucionales y machos.