No estoy seguro si está fuera de lugar que escriba una columna como la de esta ocasión, basada en cosas personales, más que de boxeo. Ofrezco una sincera disculpa a quien no apruebe este proceder.
La familia Sulaimán Saldívar ha pasado un mes complicado. Mi hermana Lucy, quien es la persona más dulce, cariñosa y positiva del mundo, ha tenido diversas complicaciones médicas; gracias a Dios está ya en la recta final y todo indica que saldrá del hospital pronto.
Hace cuatro años vivimos 130 días en un hospital, en terapia intensiva, acompañando a mi papá. Estos días de hospital han traído todo tipo de recuerdos a cada uno de nosotros, y en especial nos ha permitido entender LA GRANDEZA DE LA VIDA.
Qué pena me da saber que se requiere una crisis para poder valorar lo mucho que tenemos y no apreciamos en el día a día de nuestro vivir. La simpleza de disfrutar un vaso con agua, de poder sentarte, de caminar, de poder dormir…
Las múltiples demostraciones de cariño hacia Lucy y la familia han sido de gran ayuda y motivación para que nuestra campeona pueda salir adelante.
Nuestro querido monarca mundial, el kazajo Gennady GGG Golovkin, mandó un arreglo con un mensaje increíble; la felicidad de mi hermana al ver el peluche con la gorra de GGG es un recuerdo que se quedó ya grabado en el corazón de nuestra familia.
Esta semana, el Consejo Mundial de Boxeo presentó la campaña de unidad para la concientización acerca del autismo. Gerardo Gaya, creador del programa Iluminemos de Azul, compartió su labor basada en su propia experiencia con su hijito autista, quien tiene ocho años. También nos acompañó Jesús Becerril, quien es mi ahijado desde el 2014. El es autista, tiene 28 años y posee un gran talento para pintar. El CMB usará el color azul durante abril, sustituyendo nuestro tradicional verde en los uniformes de los réferis, guantes de las peleas, etc.
El promotor Ricardo Maldonado presentó el torneo Puños de Oro, el cual dará inicio el 18 de mayo, y será la plataforma para brindar oportunidades a una gran cantidad de boxeadores mexicanos. Urge retomar las funciones populares y los torneos como éste para atender la gran cantidad de prospectos que únicamente requieren una oportunidad para demostrar su poder y valor.
Qué orgullo sentí al ver el mensaje de nuestro presidente Enrique Peña Nieto. Es la unidad que necesitamos, el liderazgo que motiva a entender la grandeza de MÉXICO y de su gente. El boxeo se suma desde ya a este movimiento natural de identidad nacional. El boxeador mexicano sale al mundo a poner en alto nuestra bandera, es referente a nivel mundial, y es considerado triunfador, siempre con humildad y brindando sus triunfos a nombre de su patria.
MÉXICO le abrió sus brazos a mis abuelitos: Don Elías Sulaimán, quien llegó de Líbano, y Doña Wasila Chagnon, de Siria. MÉXICO recibió y apoyó a dos árabes que llegaron sin dinero, sin lenguaje, y sin ser conocidos. Don José aprendió a querer a MÉXICO, a respetarlo, y siempre luchar por representar dignamente sus colores. Mi papá vivió todos los días de su vida promoviendo a MÉXICO y lo mucho por lo que debemos sentirnos siempre orgullosos.
Anécdota de hoy
Un día estaba mi hermano Héctor con mi papá en su estudio, cuando mi mamá le avisó de una visita que llegó a la casa: el querido Ramón Zurdo Félix, quien era acompañado de un jovencito humilde, sonriente, vistiendo una playerita blanca con un hoyo en la parte del pecho.
Ramón Félix se acercó a mi papá, y mientras le sobaba la panza, así como cuando se le pide un deseo a Buda, le dijo: “Don José, por favor, créame, este muchachito será la próxima gloria de México, ahora sí, en verdad, créame”.
Mi papá siempre nos contaba que el jovencito veía fijamente con admiración lo que estaba sucediendo a su alrededor, y desde ese momento le prometió al Zurdo Félix tomar como ahijado deportivo a ese jovencito, llamado Julio César Chávez.
POR MAURICIO SULAIMÁN / PRESIDENTE DEL CMB