Éxito anónimo

Tal vez es parte del ego, del esfuerzo invertido, del camino andado o simplemente la necesidad de ser reconocido, pero normalmente el ser humano busca que se sepa que es exitoso. Por medio de reconocimientos, nombramientos, premios, ceremonias, entrevistas, prensa, hasta el más “humilde” lo hace, lo permite y se aventura en el juego.  Si a esto sumamos las redes sociales, el impacto se multiplica posteando lo qué hacemos y lo bien que lo hacemos. Cada like y comentario son una “validación” que, aunque virtual, nos acaricia el ego. El pensar que alguien tenga una carrera de más de 20 años en la cima del éxito, y que deseé permanecer anónimo parece una idea totalmente descabellada, pero el que aparte de esto decida retirarse en ese momento porque “ya no tiene nada más que decir”, lo es aún más.  Estoy hablando del diseñador de modas de origen belga Martin Margiela, que en 2009 presentó su última colección pret-a-porter primavera verano, y cuya exposición de su trayectoria se encuentra actualmente en París, en una muestra temporal en el Palais Galliera. Una de las figuras contemporáneas en la industria de la moda más importantes e influyentes, que para preservar su vida privada decidió permanecer anónimo usando una etiqueta en blanco en sus prendas. La moda es un medio de expresión y para Margiela fue una forma de revelarse contra el sistema de normas preestablecidas, tanto en la industria de la moda, como en el ámbito social, destruyó las prendas para reconstruir nuevas, de una forma no convencional de hacer moda, al igual que lo hacía en las pasarelas cubriendo el rostro de las modelos para no distraer de sus diseños. Pionero del reciclado, pues al cuestionarse el uso convencional de la ropa, reusaba materiales y prendas que encontraba en los mercados de antigüedades, y también, al hacer su quinto desfile de modas, decidió reciclar todos los diseños de su carrera. Minimalista y a la vez exagerado en el tamaño de su ropa, usándola en proporciones grandes. Una de sus creaciones icónicas es el zapato estilo Tabi, concepto que desarrolló basado en los japoneses y consiste en separar el dedo gordo del pie de los demás (hoy se sabe que esto ayuda a la reflexología), el cual se sigue vendiendo en diferentes materiales. Muchos sueñan con el éxito, trabajan duro toda su vida y nunca lo alcanzan. Otros tienen esa ventana de oportunidad, y cuando lo logran no saben qué hacer con él, de cierta manera se autoboicotean, como Alexander McQueen, quien se suicidó, o John Galliano, que creyéndose intocable hizo comentarios antisemitas en un café de París, fue grabado y despedido de Dior, y hasta hoy no ha tenido trabajo estable. ¡Viéndolo de este lado, puede que sea una buena idea mantener el anonimato!