El otro México-Turístico

Más allá de nuestras atractivas playas, al otro lado de las Ciudades Patrimonio, lejos de las Capitales de los Estados, pero cerca de los Pueblos Mágicos, están los Paraísos Indígenas. La apuesta sensible del turismo.   “Los Paraísos Indígenas son el gran producto turístico de esta administración”, comenta Armando Mújica, Coordinador de Proyectos en Gemes, la consultora encargada de darle estructura al tema.   Atina en su valoración, Mújica, experto en economía y turismo. Porque el viajero millennial está buscando lugares sustentables, atractivos a la vista, y deseosos que su inversión ayude a la comunidad.   “Más de cuatro mil millones de pesos es el cálculo de la inversión que ha realizado el gobierno en los últimos treinta años”, comparte Mújica. Se contabiliza la inversión desde 1989 en que inicia el programa en el Instituto Nacional Indigenista.   Habría que rescatar que el programa ha sido transexenal y además es un ejemplo de colaboración transversal con organismos y dependencias que van desde SECTUR, CPTM, FONATUR, SEMARNAT hasta PEMEX para apoyar a los 105 Paraísos Indígenas, de 15 estados del país.   Tan sólo, en el presente sexenio, desde la Secretaría de Turismo, en alianza con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), bajaron más de 600 millones de pesos para proyectos de turismo y naturaleza en general.   Vaya paradoja; el reconocimiento al sello de CDI, viene principalmente de afuera. Ya ganaron premios internacionales como: el “TO DO” en Alemania, el “Tourism for Tomorow” del World Travel and Torusim Council (WTTC) y el mejor Producto de Turismo de Naturaleza de Fitur en España.   “Falta que los gobiernos municipales y estatales los apoyen, que los empresarios los vean como aliados y se integren y que las ONG´s se sumen a revalorar la riqueza de los Pueblos Indígenas” explica el consultor de GEMES.   Fortalecer Paraísos Indígenas trae múltiples beneficios, desde disminuir rezagos sociales en áreas rurales, subir la expectativa de vida de los habitantes, también disminuye la migración, aumenta la equidad y respeto hacia las mujeres y progresa la economía local. ¿suena bien, cierto?   Hay que seguir de cerca este producto, impulsar su promoción, incentivar la capacitación constante en los diferentes aspectos del servicio, cuidar la capacidad de carga turística, diferenciar los atractivos y estimular la base social, porque en esto último estriba que sea un proyecto exitoso y permanente.   El mayor reto actual es la comercialización, tejer las redes de negociadores turísticos para que ofrezcan la experiencia de Paraísos Indígenas en un buen paquete. Esto no tarda en producirse.  
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