Sabemos que la tarde de ayer Luis Donaldo Colosio Riojas canceló su asistencia al Estadio Universitario a presenciar el clásico regio entre los Tigres de la UANL y los Rayados de Monterrey.
Al fanático de la escuadra de Antonio Mohamed sólo un tema como el de su primer discurso político, que ofrecerá hoy en colonias populares de Monterrey, pudo impedir que asistiera a la llamada fiesta regia del futbol.
Así es, el hijo del malogrado candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional optó de última hora por encerrarse a afinar su disertación.
El mensaje de hoy no es cualquier cosa, él no es un candidato más, lo que diga y cómo lo diga marcará el regreso de la dinastía Colosio al escenario político tras la jubilación de su abuelo paterno como legislador del tricolor y después de 24 años del asesinato de su padre.
Su tímida y noble personalidad lo tenían todavía anoche con cierto nerviosismo. El joven Luis Donaldo Colosio Riojas, de 32 años, se graduó como abogado del Tec de Monterrey y se mantuvo toda su vida alejado de la grilla y de los partidos políticos, hasta que su amigo Samuel García, un colega de él de recién incursión en la política nacional y de buena reputación, ganada en redes sociales gracias a su inteligencia y manera de conectar con la gente, lo convenció hace poco para unirse al partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauró .
Poco a poco, durante lo que va del año, el joven comenzó a aparecer en actos públicos sin hacer uso de la voz. Fueron precisamente García, dos años más chico, y Agustín Basave Benítez , también menor, quienes le fueron abriendo brecha e inyectándole confianza para este momento.
Iba a entrevistas, pero no hablaba. Iba a los actos públicos, incluso con Ricardo Anaya, candidato presidencial de Por México al Frente, pero no opinaba. Samuel García va para senador, Agustín Basave Benítez para diputado federal y él para diputado local. Este domingo 29 realizará un recorrido por los barrios de Allende, Nuevo Morelos, e Independencia, cuyos habitantes son de los extractos más pobres del área metropolitana.
Pero no basta con que el abogado se haya zafado de los grupos de poder para aparecer en su primer acto público con la intención de ser aceptado por las masas.
Deberá dar un mensaje claro y contundente de por qué y para qué quiere el poder, de qué va a hacer en el Congreso en caso de ganar las elecciones, de su distancia del Partido Revolucionario Institucional y para qué, cuando hace batalla para construir ciudadanía, aceptó entonces lo que siempre rechazó de los amigos de su padre: una candidatura plurinominal por un partido político.
El apellido pesa, y el joven Luis Donaldo Colosio Riojas deberá honrarlo con sencillez, buena comunicación, lo mismo que con una estrategia que lo lleve a hacer match con la mayoría de la gente, ésa a la que su padre un día se echó a la bolsa como una opción real para cambiar al régimen anquilosado, que todavía se resiste, día con día, a perder privilegios y poder