Decenas de miles de jóvenes inmigrantes indocumentados mejor conocidos como dreamers sienten esta semana un poco de alivio con la decisión de un juez federal en Washington, que falló en su favor y bloqueó temporalmente la decisión gubernamental de cancelar el programa que los protege de la deportación.
A finales del año pasado, el presidente Donald Trump puso fin al programa, mejor conocido como DACA, y pasó al Congreso la responsabilidad de resolver el problema. Pero esto suscitó casi de inmediato demandas de varios grupos que abogan por los inmigrantes e incluso algunos estados con alto número de residentes dreamers, como California.
Bajo la orden del juez John Bates, la Casa Blanca tiene 90 días para "comprobar" que el programa no deba existir; comentó que la decisión de cancelarlo fue hecha de manera "arbitraria y caprichosa", y por ende, fuera de la ley.
La administración, opinó Bates, "no explicó adecuadamente su conclusión de que el programa era ilegal", y "cada día que la agencia dilata es un día que un indocumentado, que de otra manera sería elegible para recibir los beneficios de DACA, está expuesto a una deportación por una acción ilegal".
La cancelación de DACA, que le otorga a los jóvenes un permiso renovable de dos años para vivir legalmente en el país, entraría en vigor el 5 de marzo, ha sido bloqueada por varios fallos judiciales; pero la más reciente decisión la más contundente, ya que si en opinión del juez el gobierno no presenta razones creíbles para haber cancelado el programa, DACA sería establecido totalmente y el gobierno debería no sólo renovar solicitudes, sino que deberá aceptar nuevos casos.
Trump ha ofrecido amparar a los jóvenes y otros grupos de inmigrantes indocumentados a cambio de legislación que incluye 25 mil millones de dólares para la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, una propuesta que ha sido rechazada en el Congreso federal.
Hay varios proyectos de ley migratoria en ambas Cámaras del congreso, pero ninguno que tenga el peso como para llegar a debatirla. Conforme pasan los días, legisladores se enfocan más en la importantes elecciones congresionales de noviembre, que cobran aún más atención porque serán las primeras desde el comienzo de la Presidencia de Trump.
Pocos legisladores querrán llevar al Congreso legislación controversial como lo es cualquiera que tenga que ver con el tema de la inmigración. Por su parte, los que defienden a los inmigrantes están esperanzados que una creciente ola antiTrump los ayude en las urnas y los demócratas consigan la mayoría en el Congreso y para "cancelar la cancelación de DACA".
Por otra parte, un programa del Departamento de Justicia de asistencia legal para inmigrantes indocumentados que enfrentan cargos en las cortes del país continuará luego de amenazas de la administración Trump de cancelarla también.
El procurador general Jeff Sessions dijo que decidió continuar con el programa, luego de haber hablado con varios legisladores de ambos partidos que le "convencieron" de lo positivo del programa. Y por supuesto dice que las elecciones congresionales por venir no tuvieron nada que ver.
POR PATRICIA GUADALUPE
*Periodista
Domingo 8 de Diciembre de 2024