La marca regia

Estimado fan, no importa si eres o no partidario de ciertos equipos para que disfrutes de un buen espectáculo deportivo, porque buscas sentirte bien al asistir a un evento por el cual pagas. Sea en el estadio o en la TV, tú cubres el precio desde el tiempo que destinas para ello. Y si acudes al lugar de los hechos, procurarás consumir con gusto hasta el límite de tu bolsillo. La Final de la Liga MX Femenil es una buena oportunidad de goce para ti como espectador, pero también una señal clara del boom del futbol norteño.

El valor de marca de una entidad deportiva se fortalece con el éxito de sus equipos y figuras en los escenarios de sus gestas. Tener una Final de varones y otra de damas en un año habla de un resultado integral de Tigres y Monterrey, evidencia de un trabajo respaldado por los números.

No hay que olvidar que la rama femenil depende de las pautas marcadas por el hosting de los clubes de la Liga Bancomer MX, que permean a sus filiales de mujeres.

La identidad es un factor importante entre los oriundos de Nuevo León. El orgullo de los regios por ostentar y pertenecer a un emblema de la región es prácticamente para ellos la asunción de una nacionalidad adicional. A ese nivel.

No es gratuito que sus estadios de Primera División sean los de mayores entradas en el futbol mexicano, y que incluye al Volcán universitario, casa de los felinos, como el distinguido por tener a la mejor afición, según diferentes medios nacionales, por la calidez, efusividad y buena conducta del público.

También es meritorio que algunos clubes permitan a las damas jugar en sus estadios oficiales. Más allá de una distinción de género es un aspecto mercadológico. Primero, por cuestiones de interés, no tiene sentido abrir un escenario de 35 mil espectadores donde sólo entran dos mil, en un juego regular de la Liga MX Femenil. Pero también por razones de costos. Abrir un estadio implica uso de energía eléctrica, personal de seguridad y mantenimiento de las canchas. La apertura del estadio oficial del club cuesta en promedio 50 mil pesos, sin alumbrado nocturno. Por eso es de aplaudir esta inversión.

Las Rayadas utilizaron el BBVA Bancomer, donde será  la vuelta del Clausura 2018, en tres juegos de ocho posibles, dos en Liga regular y uno en la Liguilla. Los otros fueron en las instalaciones de El Barrial. En cuanto a las Tigres, pusieron su Universitario en siete de ocho, con la disputa de sólo uno de la Liga regular en su cueva de ZuaZua.

En datos proporcionados por Alexis Hernández, de El Heraldo de México, las asistencias promedio en un partido de la Liga MX Femenil disminuyó en esta segunda edición, fue de 2 mil 44, respecto a la de su estreno, en el Apertura 2017 , que fue de 2 mil 742.

Habrá que esperar que se rompa el récord de asistencia de la Final pasada, cuando en el juego de vuelta, en el hoy Estadio Akron Chivas y Tuzas reunieron a 32 mil 466 fans. #Segurito.