La violencia afecta a los grupos de mayor vulnerabilidad y lastima sobre todo a los que exigen más representación y participación en la toma de decisiones públicas. Mujeres, periodistas, jóvenes, líderes sociales, indígenas y muchos otros grupos, que demandan con razón equidad en la dirección de sus organizaciones, están siendo intimidados y asesinados por aquellos que quieren seguir capturando a las instituciones del país.
En la mayoría de los casos de violencia en contra de grupos vulnerables vemos una doble victimización, porque no solo sus casos quedan sin castigo, sino porque son despreciados por las instancias de justicia por el origen mismo del denunciante.
En el proceso electoral actual cobra mayor relevancia la violencia en contra de las mujeres candidatas que tienen el derecho a ser votadas. Al día de hoy se han presentado al menos 35 agresiones directas contra mujeres políticas y cuatro atentados contra sus familiares, ocho corresponden a asesinatos en los estados de Guerrero, Michoacán, Estado de México y Oaxaca.
La Fepade recibirá en este período electoral el mayor número de denuncias por violencia en contra de candidatas porque obviamente hay una mayor participación de mujeres en la política que promovió la llamada Ley de Paridad de Género (2014), por la terrible situación de inseguridad y por la impunidad rampante que vive el país.
Pero también hay que recalcarlo, las mujeres son sujetas de mayores niveles de violencia por su propia condición de mujer y porque muchos hombres en este país no están dispuestos a aceptar que una mujer les gane por la buena en las urnas el derecho de gobernar el destino de sus sociedades.
Es urgente tipificar penalmente la violencia política en razón de género en contra de las mujeres, tomar acciones que prevengan esta situación y castigar estos delitos que nos lastiman a todos los mexicanos.
Debe ser una prioridad de todos los actores de la gobernanza: instituciones públicas, partidos políticos, sector privado, sociedad civil y medios de comunicación, alzar la voz entorno a este tema.
Termino con estas frases, la primera de la senadora Angélica de la Peña “las mujeres tenemos derecho al voto y a ser votadas” y esta segunda contundente de la gobernadora Claudia Pavlovich “mientras persista la violencia muchas mujeres van a ver a la política de reojo y de lejos, muchas mujeres que quizás quieran participar no lo hagan por esa razón… la sociedad no tendrá la oportunidad de tener a más mujeres participando y ahí es en donde pierde la sociedad y ganan los políticos… las mujeres que no puedan hablar no tendrán quien hable por ellas”.
Sábado 14 de Diciembre de 2024