Te pareces tanto a El Bronco

Si no hay una sanción legal, que haya castigo social. Si las leyes no alcanzan, la ética sí debe hacerlo. Si las instituciones no hacen lo que les toca, los ciudadanos sí. El Bronco es un tramposo, lo sabemos. Su candidatura presidencial es una patada a las leyes y un insulto a la legalidad. El 58% de las firmas que presentó para llegar a la boleta son apócrifas, y aun así el Tribunal Electoral lo premió. No pudo cubrir ni el requisito de 866 mil 593 que pedía el Instituto y ayer participó en el primer debate presidencial. Ahí queda el papelón que hizo. Documentar su ruta “independiente”, es actualizar el catálogo de vicios en un sistema que premia la trampa y entrona la simulación. Armando Ríos Piter no es distinto al exgobernador de Nuevo León. Si acaso es menos ocurrente, pero en hacer trampa se dan un quién vive. Y hasta lo supera. El Jaguar, cuya trayectoria entusiasmaba a más de uno, enterró su reputación en esta temporada electoral. Se metió al baúl de impresentables del que no es fácil salir. Algo anda mal cuando quien burló las reglas del juego, se mofó de las autoridades electorales –a las que acusó de complot- y coleccionó un rosario de transgresiones a la ley, puede salir limpio, negociar su apoyo a una campaña y fotografiarse sonriente con el candidato “más honesto”. Vivimos tiempos surrealistas. Hemos llegado al empoderamiento de la trampa, que no solo está permitida, sino que resulta premiada.  Ríos Piter presentó ante el INE un millón 765 mil 599 firmas. De esas, 112 mil 359, estaban duplicadas; 14 mil 816 no aparecían en lista nominal; 36 mil 585 fueron dadas de baja del RFE; 11 mil 501 no fueron encontradas; 26 mil 316 estaban fuera del régimen de excepción; 414 mil 959 presentaron inconsistencias. De las que sí aparecían en la Lista Nominal, en 811 mil 969 casos se trató de descarada simulación; 88 mil 183 fotocopias; 6 mil 265 el documento no era válido. Solo el 14% de sus presumidos apoyos de “carne y hueso” lo fueron. Entre sus respaldos había muertos, animales, latas… solo 242 mil 646 credenciales para votar del millón 765 mil 599 que presentó, eran buenas. El Jaguar es 86% falso; 86% tramposo; 86% simulado. Con el prestigio enterrado, ha buscado defenderse como sea. Previsible. Lo que llama la atención es que José Antonio Meade, un candidato sobre el que se repite una y otra vez que es “honesto” y “no es corrupto”, le abra la puerta. Un salvavidas mutuo, quizás. Si alguien tenía dudas, queda claro que Ríos Piter nunca fue independiente. Empujado desde el sistema, apoyado desde el gobierno, ahora es rescatado mientras naufraga. El Jaguar logró engañar a varios. Joven, talentoso y carismático. Un político progresista, con ideas de vanguardia. Era solo la máscara. En el fondo –no tan profundo- resultó un hombre acomodadizo. Trampeó todo lo que pudo durante el proceso de recolección de firmas. Repitió y perfeccionó las mañas que tanto criticó de la clase política. Ahora es cobijado por el propio sistema que ve como uno de los suyos se hunde en el pantano del descredito.   -Off the récord La invitación de Meade tomó por sorpresa a más de uno en su propio cuarto de guerra. Se enteraron por TV.