El momento de recibir un coche puede ser uno de los mejores de tu vida. Sea la primera o la quinta vez que compras tu vehículo personal, familiar, lúdico o utilitario, la sensación de estrenar es maravillosa. Para elegir correctamente, te recomiendo tomar en cuenta estos factores: Precio: Si en tu chequera hay fondos para comprar de contado, adelante. Procura no descapitalizarte por completo.
Si en cambio estás por entrarle a un crédito, debes estar muy bien enterado del esquema de pagos, habla además de con tu agente con algún gerente, tanto en el distribuidor como en el banco, revisa letra por letra —también las más chiquitas— los contratos, los intereses mensuales y el CAT anual.
Si me permites recomendarte una manera más práctica de endeudarte, elige el arrendamiento puro, que además, es deducible de impuestos para personas morales, y después de un periodo de tres o cuatro años, tendrás la oportunidad de cambiar, liquidar o dejar tu coche. Las mensualidades varían poco cuando en el precio de lista la diferencia que te hace dudar son 50 mil pesos, por ejemplo, consulta con expertos para que te digan si vale la pena el costo adicional.
Postventa: Ciertas marcas cobran mucho dinero por el mantenimiento programado de sus vehículos, y te recomiendo que no dejes de realizar ningún servicio, ya que además de que puede llevar a una falla que te cueste dinero de tu bolsillo, pierdes la garantía inmediatamente.
Y hablando de garantía, abstente, por favor, de modificar tu auto antes de que ésta caduque —y si se puede, para siempre—, ya que la harías inválida.
Sabrás que compraste el auto correcto cuando no necesite ninguna modificación para ser totalmente de tu agrado.
Opta siempre por garantías extendidas y paquetes de seguridad opcionales. Prestaciones: Te lo digo directo, y sabes que manejo de todo tipo de coches: más de 200 hp son pura vanidad, y más tiempo vas a pasar queriendo aprovecharlos, que pudiendo acelerar a fondo.
Con esto quiero decir que hay un coche ideal para ti.
Toma en cuenta el rendimiento de combustible, y hasta el mismo tipo de propulsión que deseas, muy importante es la seguridad, la practicidad de uso y qué tanto te beneficia el espacio interior para pasajeros y carga.
Deja en segundo plano las vestiduras, quemacocos y faros LED, prioriza lo que te puede salvar la vida y no acribillar tu cartera.
Por último, confía en tu instinto, ni te lo lleves por popular, ni por exótico, busca algo que te quede a la medida de tus necesidades de movilidad y que cada vez que lo estaciones, lo voltees a ver una vez más antes de apagar la luz de la cochera.
JOSERA@MVS.COM
@autosymas