Reflejo nítido

El Rebaño Sagrado ganó la ida bajo una fuerte nevada, el martes pasado en territorio de Canadá con un gol de vestidor de Rodolfo Pizarro y otro, eólico, de Alan Pulido. Resulta que el delantero tamaulipeco centró al primer poste, pero el viento empujó el balón al segundo, techando al arquero torontoniano. El equipo rojiblanco no representa al futbol plagado de extranjeros que se practica en México, sino al futbolista mexicano, su esencia. Es el reflejo más nítido del jugador de acá, que sabe tratar la pelota, tiene buena técnica, practica la solidaridad y se aplica tácticamente. El Guadalajara, nacional por su condición, nacionalista por su ideología, o sea, mexicano hasta la médula por decisión propia, defensor de una propuesta invariable de puros jugadores nativos, es el equipo local por antonomasia. Por romántico que parezca, siempre ha pasado de largo ante los fuereños, con tal de mantener su identidad. En tiempos de globalización galopante, el Guadalajara es la excepción a la regla. Lo peor que puede hacer el conjunto tapatío es confiarse en el juego de vuelta el próximo miércoles en la Perla Tapatía. El equipo fue irregular en el torneo de Liga, y ni siquiera clasificará a la Liguilla, pero esta Final se cuece aparte. No hay que cantar victoria. Los dirigidos por Matías Almeyda deben salir concentrados desde el primer minuto de juego para poder contener al compacto equipo de Toronto, que cuenta en sus filas con un jugador endemoniado, Sebastián Giovinco. El chaparrito de origen italiano es una auténtica pesadilla, con buena técnica individual, proyección ofensiva y chispa sobre la grama. ¿Conquistar el pase al Mundial de Clubes de Emiratos Árabes salvará el semestre o hasta el año futbolístico de las Chivas? ¡Por supuesto que sí! Sin soslayar la importancia de los torneos locales, un logro de esa naturaleza justifica todo un proyecto deportivo. Ahora bien, si nos centramos en las individualidades, una de las principales fortalezas de las Chivas es Pizarro, producto de la mejor cantera mexicana, el Club Pachuca. Elementos como él no se dan en maceta en el balompié nacional. Gambetero, encarador, profundo y goleador. Difícil encontrar a un jugador que llegue así de embalado al Campeonato Mundial. De ahí que resultaría inconcebible que el técnico Juan Carlos Osorio prescindiera de su habilidad en el torneo a celebrarse durante junio en Rusia.  

Profundidad

Pizarro se une a un quinteto de magníficos desequilibrantes junto con Carlos Vela , Tecatito Corona , Chucky Lozano y Jürgen Damm . Ellos, junto con la definición de Javier Hernández y las características que hacen jugadores muy completos a Oribe Peralta y Raúl Jiménez, nos permiten albergar esperanzas de llegadas y goles para la Selección Mexicana durante el Campeonato Mundial.