Jennifer L. O'Donoghue: Los maestros merecen, parte II

La semana pasada emprendimos un diálogo “no sólo sobre lo que los maestros merecen, sino lo que es su derecho”. Derecho porque está en la ley, a pesar de que estamos lejos todavía de verlo realizado en la vida de las escuelas y los docentes. Hace una semana hablamos de lo que se necesita para asegurar que las maestras y maestros llegan a las escuelas listos para aprender con otros. Hoy nos dedicamos al desarrollo de relaciones y procesos de aprendizaje incluyentes y eficaces dentro de las escuelas. #LosMaestrosMerecen un liderazgo escolar efectivo, que fomenta la construcción de una comunidad de aprendizaje, propicia el desarrollo profesional de cada docente y promueve el diálogo y la colaboración. Los cambios legales de 2013 arrojaron un perfil específico del director escolar, así como nuevos procesos para la promoción. #LosMaestrosMerecen la implementación de una estrategia específica para el desarrollo continuo de liderazgo efectivo para que cada docente cuente con un líder pedagógico en su labor. #LosMaestrosMerecen oportunidades pertinentes y relevantes para aprender a lo largo de su trayectoria profesional. La Ley General de Servicio Profesional Docente establece los derechos de los maestros a recibir un diagnóstico, así como ser incorporados a oportunidades de aprendizaje profesional. Los cambios previstos han tardado. #LosMaestrosMerecen una inversión suficiente y consistente en su aprendizaje profesional orientada a formar un cuerpo adecuado de asesores y tutores, asegurar la equidad, desarrollar más oportunidades para maestros en escuelas y tipos de servicio marginados y ampliar la oferta para reflejar la diversidad de contextos. Hay que fortalecer las capacidades reflexivas, colaborativas y de investigación de los docentes, abrir más espacios para aprendizaje entre pares e involucrar a las y los maestros en la identificación de necesidades y oportunidades de formación. #LosMaestrosMerecen el acompañamiento de sus pares durante sus primeros años en servicio. La LGSPD establece que cada maestro de nuevo ingreso “tendrá el acompañamiento de un tutor designado por la autoridad educativa” durante un periodo de dos años. La escasa implementación real de la tutoría es una clara violación del derecho de las y los maestros noveles (además de un ejemplo de cómo lo especificado en la ley no se ha traducido en apoyos concretos en las escuelas). #LosMaestrosMerecen una estrategia efectiva de tutoría, que brinda claridad sobre los incentivos económicos y una formación adecuada a los tutores. Ningún maestro debe sentirse solo. La educación es un proyecto social. Aseguremos que los derechos de los maestros se cumplan y que cuenten con lo que merecen.   *Directora de investigación en Mexicanos Primero