Quien propone congelar precios no sabe, ni qué son, ni qué tareas desempeñan, ni qué condiciones deben cumplirse para que las desempeñen correctamente. Quien lo propone, dadas las distorsiones que el congelamiento genera en los mercados (escasez o sobreoferta), es una amenaza para la economía.
Los precios son razones de cambio: tanto de X por tanto de Y.
Las tareas que desempeñan son cinco. 1) Hacer posible el intercambio: si oferente y demandante no se ponen de acuerdo en torno al precio el intercambio es imposible. 2) Racionar el mercado: eliminar cualquier situación de escasez (aumentan) o sobreoferta (bajan). 3) Revelar la apreciación del demandante: a mayor precio que esté dispuesto a pagar mayor apreciación. 4) Manifestar la competitividad del oferente: a menor precio que pueda ofrecer mayor competitividad. 5) Proveer información para que los agentes económicos calculen, en términos monetarios, el costo de oportunidad de sus decisiones, condición para que actúen racionalmente.
Para que los precios desempeñen correctamente sus tareas es necesario que sean de mercado, fijados por la relación entre la oferta y la demanda, variando según varía dicha relación, ¡sin manipulación del gobierno!, misma que puede darse de varias maneras, el congelamiento de precios entre ellas.
Congelar un precio implica que el gobierno lo fija, o por arriba del precio de mercado, si pretende beneficiar al oferente, o por debajo, si procura favorecer al demandante, y que congelado no debe moverse, ni para arriba, ni para abajo, eliminándose la condición necesaria para que los precios desempeñen correctamente sus tareas, sobre todo la segunda: corregir la escasez o la sobreoferta, corrección que evita la acumulación de presiones alcistas (en caso de escasez) o bajistas (en caso de sobreoferta), evitándose lo que inevitablemente se dará si se congela: llegará el momento en el cual las presiones acumuladas serán tales que el precio tendrá que descongelarse, dándose entonces el alza o la baja del mismo.
Entre los compromisos de AMLO está el de congelar el precio de las gasolinas, y hacerlo por debajo del precio de mercado, lo cual, ceteris paribus, aumentará la cantidad demanda, reducirá la ofrecida, generará escasez, presionará el precio a la alza, presiones que se irán acumulando y, cuando resulten insostenibles, se descongelará el precio, por lo que amentará, aumento que podrá ser considerable. Lo que se ganó durante el congelamiento podrá perderse, con creces, con el descongelamiento.
Congelar el precio de las gasolinas es el primer paso para, tarde o temprano, enfrentar un gasolinazo, como los que enfrentamos en el pasado, conforme se fue eliminando el subsidio a las mismas, que mantuvo artificialmente bajo su precio, como lo mantendrá su congelamiento.
Próximamente tocaré el tema del subsidio al que, necesariamente, conduce el congelamiento de precios.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal
Jueves 12 de Diciembre de 2024