En América Latina, hay un dicho: un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo. Pese a la distancia, China y AL están conectados por el corazón.
Se realzan sus civilizaciones milenarias, se inspiran sus espíritus de lucha indomable y coinciden sus metas de desarrollo económico y mejora de la vida del pueblo.
China y AL siempre han sido buenos vecinos encontrados en las dos orillas del Pacífico, buenos amigos con mismos ideales, y buenos socios que avanzan mano a mano.
Mirando hacia atrás, los pueblos chinos y latinoamericanos conservan muchas anécdotas de amistad. En el siglo XVI, la Nao de China, con seda, porcelana y té a bordo, arribó a Acapulco de México y Callao de Perú, abriendo la primera ruta de amistad entre ambas partes. Hace un siglo, 500 mil trabajadores chinos participaron en la construcción del Ferrocarril y el Canal de Panamá, y ayudaron a inicar el proceso de modernización de los países latinoamericanos, escribiendo un capítulo imborrable de amistad entre los pueblos.
En los años 1950, el poeta chileno Pablo Neruda hizo muchos viajes a China, dejándonos poemas como "Saludo a China" y creando el lazo y puente de los intercambios culturales bilaterales. El famoso escritor argentino Jorge Luis Borges, con un profundo afecto por la cultura china, añadió muchos elementos chinos en sus obras.
Entrando en la nueva era, la Asociación de Cooperación Integral China-AL, basada en igualdad, beneficio mutuo y desarrollo compartido, muestra su vitalidad y avanza constantemente. El comercio bilateral de 2017 creció 18.8% interanualmente y sumó casi 260 mil millones de dólares.
Cada día más productos latinoamericanos entran en el mercado chino y ganan el aplauso de sus consumidores, optimizándose así la estructura comercial. La inversión directa de China en AL ha superado 200 mil millones de dólares, convirtiéndose la región en el segundo mayor destino de la inversión directa china, sólo por detrás de Asia.
Las empresas chinas han creado para AL 1.8 millones de puestos de trabajo, y el financiamiento de 35 mil millones de dólares planeado por China ha beneficiado a unos 80 proyectos económicos y de mejora de los medios de subsistencia en más de 20 países. Las empresas chinas contribuyen verdaderamente a la búsqueda de desarrollo, impulso de crecimiento y mejora de la vida del pueblo de los países latinoamericanos.
Siendo países en vías de desarrollo, China y AL se vinculan estrechamente por las mismas tareas de desarrollar su economía y mejorar la vida de sus pueblos que se enfrentan. China se dedica a edificar una nueva configuración de las relaciones China-AL, caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo y la cooperación benéfica.
China no está en contra ni excluye a ninguna tercera parte, no tiene cálculos geopolíticos y no busca zonas exclusivas. China y AL son participantes y beneficiarios de la globalización económica, persisten en el multilateralismo, defienden el libre comercio y abogan por una economía mundial abierta.
En el proceso de impulsar la globalización económica hacia un desarrollo más inclusivo y equilibrado, que ofrece más beneficios compartidos y de alcance general, contribuye la “sabiduría china”, pero tampoco falta la “fuerza latinoamericana”.
Como dijo el presidente chino Xi Jinping, China, en vez de cerrar su puerta de apertura, la abrirá aún más. Una China abierta traerá más oportunidades para AL y el resto del mundo. China desea compartir con los países latinoamericanos y caribeños, incluyendo México, sus dividendos de reforma y desarrollo, y se centrará siempre en la cooperación benéfica y el desarrollo común, para promover conjuntamente el desarrollo de la comunidad de destino de China y AL.
*Embajador de China en México
Lunes 9 de Diciembre de 2024