La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, la AMIA, reporta mensualmente un interesante crecimiento en el segmento de autos híbridos y eléctricos.
La lista la encabeza siempre Toyota con sus dos modelos de Prius, el compacto y el tradicional, ya que la marca japonesa ha establecido una excelente estrategia para la comercialización de dichos autos, pero lo más destacable es que son casi mil unidades de este segmento creciente las que se venden en el país y, sobre todo, que ya son más los estados de la República Mexicana los que se suman a la compra, al principio el grueso de las ventas se daba en la Ciudad de México y su zona conurbada, y ahora observamos estados como Nuevo León, Jalisco, Yucatán, Veracruz y Sinaloa, entre otros, con un aumento considerable en la venta de coches propulsados con energía alternativa, sin abandonar por completo la gasolina.
De continuar esta tendencia, podríamos terminar el año con aproximadamente 25 mil unidades circulando con generación de energía eléctrica o híbrida. Reconozco que aún falta mucho camino por recorrer, pero es alentador saber que ya somos los propios ciudadanos quienes tomamos la iniciativa de migrar a las nuevas tecnologías ahorradoras y con cada vez menor consumo de combustible.
Los analistas señalan que a nivel global, esta tendencia irá en aumento, de hecho, hay países que tienen previsto que en 2025 ya no tendrán autos a gasolina. México no está listo para eso, aunque hemos escuchado anuncios acerca del diésel, por ejemplo, que pretende ser erradicado de la CDMX en la siguiente década. Pero hoy, sólo son propuestas anunciadas, no se ha concretado el plan ni la estrategia para cumplirlo.
Lo anterior me lleva a reflexionar sobre las propuestas de Andrés Manuel López Obrador sobre construir más refinerías y rehabilitar las que ya tenemos para producir nuestra propia gasolina, en principio no suena mal, sin embargo, sus asesores deberían hacer su trabajo y decirle que lo que México requiere es mejor infraestructura para autos recargables; necesita una mejor conectividad para autos inteligentes, y requerimos de mayores apoyos e incentivos fiscales para incrementar los volúmenes de venta de unidades de bajas emisiones con motorizaciones alternativas.
Seguiremos insistentes en hacer notar para la agenda política del país y de la capital la necesidad de tener soluciones reales y modernas que en el tema de movilidad nos permitan avanzar rápidamente y no quedarnos rezagados del mundo. Además del creciente interés por el cuidado del medio ambiente, los coches híbridos y eléctricos también son una herramienta de apoyo a la economía familiar.
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