La captura de las instituciones

¿En que se asemejan la aceptación del Bronco en la boleta electoral y la inclusión de Ximena Puente como candidata del PRI a diputada? En ambos casos se trata de una decisión política que daña la credibilidad de las instituciones y de la elección más importante en la historia reciente.  Los dos casos son, esencialmente, un ejemplo irrefutable de la captura de las instituciones autónomas por parte de gobiernos y partidos. En el caso del Bronco, el Tribunal Electoral no se inclinó por una razonamiento jurídico para reponer una parte del proceso del INE, sino por una aberración: incluir a Rodríguez en la boleta con más de 800 mil firmas falsas, entre ellas las de 7 mil personas muertas. ¿Cómo llegamos a una situación de instituciones autónomas capturadas por poderes públicos o fácticos? En septiembre de 2012, el presidente Peña envió al Congreso una propuesta para “dotar al instituto de plena autonomía constitucional” y ampliar y fortalecer su rango de acción. En síntesis, como habían planteado algunos partidos y organizaciones de la sociedad civil, era indispensable blindar al instituto para cumplir su misión. El modelo de instituciones autónomas (la CNDH obtuvo la autonomía constitucional hace ya 15 años), se convirtió en una fiebre en México, a diferencia de países como Francia, Estados Unidos y Canadá, que no las tienen. ¿Por qué el país requirió, como en el caso de la CNDH, que una instancia autónoma garantizara el cumplimiento de los derechos? Porque los Poderes Ejecutivo y Judicial no son capaces de hacerlo. La autonomía es una respuesta a una falla del sistema democrático y de justicia. En Francia, Estados Unidos y Canadá no existen institutos autónomos de mujeres, indígenas o derechos humanos por una razón: el equilibrio de los poderes funciona en esos países, a diferencia de México. Hoy tenemos organismos autónomos como el INE, el INAI y la CNDH, dotados de importantes recursos y atribuciones. El tema de fondo es la captura de las instituciones por parte de los gobiernos o de los partidos o de los poderes fácticos. ¿Cómo sucede este secuestro institucional? Por medio de la captura de los procesos de selección del personal en puestos clave. En el viejo INAI de Fox basta con revisar el origen de los directores generales y los dos secretarios, de Acuerdos y Ejecutivo, así como la procedencia de los 5 comisionados. Solo uno, Juan Pablo Guerrero, estaba genuinamente en favor de la apertura de información. Casi dos décadas después el modelo de instituciones autónomas hacia fuera, pero domesticadas desde dentro, se ha multiplicado por mil. La historia del asalto de los partidos al IFE y la destrucción de su espíritu ciudadano es de sobra conocida. Al incluir en sus listas de diputados a Ximena Puente, comisionada del INAI autónomo, el PRI confirmó lo que todos sabíamos: la captura de las instituciones. La inclusión del Bronco en la boleta es el último vómito de un modelo pervertido por el poder.