Panistas traidores

El 3 de junio del año pasado, un día antes de la elección para gobernador de Estado de México, Josefina Vázquez Mota, la candidata del PAN, sabía que iba a perder. Por segunda vez se jugaba todo su prestigio político y por segunda vez la traicionaron. Es la mujer más destacada en las filas del Partido Acción Nacional. Fue la primera, y única hasta hoy, candidata a la Presidencia de la República por el PAN. Por desgracia, su candidatura no contó con la simpatía del presidente Felipe Calderón, quien no hizo nada para apoyarla y permitió el regreso del PRI a Los Pinos. Comenzó en una posición competitiva, pero la falta de apoyos y las traiciones internas la condenaron a un penoso tercer lugar en las elecciones de 2012. Se alejó de la política y en 2017, Ricardo Anaya, como presidente nacional del PAN, hizo todo lo necesario para convencerla de ser la candidata a gobernadora del Estado de México. Tras largas negociaciones, Josefina aceptó, segura de un triunfo doblemente histórico. Primero, porque podría arrebatarle, por primera vez, ese gobierno al PRI. Segundo, porque podría convertirse en la primera gobernadora del estado. No pasó ni lo uno, ni lo otro. Las traiciones la arrastraron hasta un vergonzoso cuarto lugar nunca antes visto. El famoso ‘corredor azul’, conformado por los municipios de Cuautitlán Izcalli, Atizapán, Tlalnepantla, Naucalpan y Huixquilucan cambió a tricolor en 2012 y en 2017, sorpresivamente, fue dominado por Morena. Aquél sábado previo a la elección, Josefina Vázquez Mota lo sabía y se quejaba amargamente. 1.- Por la manera en que el gobierno usó a la PGR para atacarla a ella y su familia. 2.- Porque dejaron crecer peligrosamente a Delfina Gómez, la candidata de Morena. 3.- Porque importantes panistas del Estado de México la traicionaron y operaron a favor de Morena. Hoy se sabe que fueron, principalmente, los panistas Edgar Olvera, presidente municipal de Naucalpan, y Ana María Balderas, presidenta municipal de Atizapán. Según nuestras fuentes, se gastaron “una millonada”, 40 millones de pesos impulsando a distintos candidatos de Morena con la promesa de que permanecerían cerca del poder, controlando el estado. El contacto con Morena fue ni más, ni menos, que Andrés Manuel López Beltrán, mejor conocido como ”Andy”, el hijo pródigo de AMLO. Hoy, Olvera y Balderas están esperando que Morena les cumpla, porque ya pasó el tiempo y ‘no ven claro’. Incluso, el propio Andy López Beltrán ofreció reunirse con Ricardo Anaya para contarle todos los detalles de la negociación con los traidores. Lo cierto es que después de la debacle de 2017, al PAN del Estado de México le urge una cirugía mayor. “El problema es que ya le abrieron la puerta a Morena y ahora no saben cómo sacarlos”, se quejan los panistas. Lo que antes fuera el poderoso ‘corredor azul’ será pieza clave en el resultado de la elección presidencial de este año y no se ve cómo lo soltará Morena.