Mirar hacia el futuro

  “El pasado no puede cambiarse, pero el futuro todavía está a tu alcance”. - Anónimo.   El turismo tiene un peso cada vez mayor para el bienestar económico y social de México. Al mismo tiempo, como industria globalizada, es interdependiente con su entorno. Los líderes en esta industria tenemos la obligación de prever, prevenir amenazas, aprovechar oportunidades y ejercer el “poder suave” del turismo, para incidir en el futuro del mundo. La prospectiva es la disciplina que estudia las tendencias económicas, tecnológicas, sociales y políticas del presente, para influir en el futuro. Uno de los ejercicios de prospectiva más amplios que se han hecho recientemente es aquél que hizo en Estados Unidos el National Intelligence Council, “Global Trends 2030. Alternative Worlds”. Su elaboración incluyó una consulta a “futurólogos” en Washington, a equipos de diversas universidades de los Estados Unidos e individuos expertos en una variedad de disciplinas. Con una mirada prospectiva, identificó cuatro megatendencias, y generó cuatro “mundos potenciales” o futuros posibles, a los cuales la humanidad puede acercarse en función de lo que haga en estos años. Las cuatro tendencias son: 1. Empoderamiento personal, resultante del avance tecnológico, comunicaciones y el crecimiento de las clases medias en el mundo, particularmente pero no solamente en Asia; 2. Difusión del poder, en donde el mundo de dos bloques de Estados-Nación o la hegemonía de Estados Unidos son cosa del pasado, y ha crecido un mundo multipolar de redes y coaliciones internacionales, no solamente de países, sino ciudades, corporaciones, organizaciones civiles y grupos criminales; 3. Patrones demográficos, la población del planeta (8,300 millones de personas en 2030) se concentra en ciudades, algunos países desarrollados “envejecen” y se estimula la migración, y 4. Relación Agua-Energía-Alimentos, cuya demanda crece para atender a la creciente población y sus patrones de consumo, generando una competencia por recursos críticos. Los escenarios o “mundos” resultantes de la interacción de las megatendencias son, de mejor a peor, los siguientes: Fusión. Los líderes de Estados Unidos y China colaboran y fomentan una alianza internacional para atender los retos globales. Mundo sin Estado-Nación. A través de la tecnología, los nuevos actores y redes globales toman el liderazgo para atender los retos del mundo. Motores detenidos. Los Estados Unidos se concentran en el mercado interno, la globalización se frena y se incrementan los riesgos de conflictos entre naciones. Genio fuera de la botella. Los Estados Unidos mantienen su vinculación con el mundo en un mecanismo de competencia en el que algunos ganan, otros pierden y se exacerban las desigualdades y tensiones sociales. Como país y como industria, ¿Qué mundo queremos construir?   POR TERESA SOLÍS