Corona, duerme el sueño de los justos

“du bist es Corona” así me recibía el botones del hotel Volksschule en Hamburgo cada vez que me recibía. Una tarde, harto de la broma, le respondí “ah y tú eres Franziskaner Hefe Wissber Hell” –nombre de una cerveza alemana- pero pronuncié tan mal que fui doblemente buleado. Corona, la marca más valiosa de México –basado en el ranking BrandZ- propiedad de la multinacional belga Anheuser-Busch InBev (AB InBev) podría capitalizar el reconocimiento que tiene a nivel mundial, utilizando su cerveza insignia, para generar más negocios. Pero muere de éxito Modelo, el grupo cervecero al que pertenece Corona y que lleva Mauricio Leyva. Siguiendo pautas tradicionales de promoción, no ven –o no quieren ver- el filón de oro que significa aliarse con el turismo. Más allá de activar la marca con bellas modelos, patrocinar deportes y artistas, lucirse en “Rápido y Furioso” o crear eventos musicales, acorde a la óptica de un millennial; hace falta interactuar con la cerveza del tradicional envase transparente. ¿Te imaginas el “Hotel Corona”? Si está presente en más de 180 países, serían millones de visitantes deseosos de hospedarse con tal de ver cumplida la promesa de su bebida preferida; “relajación con música”. Crear el Museo Corona –ya existen los de Modelo- pero acorde a las nuevas tendencias, tendría que ser un recorrido GAMIFICADO, donde los participantes enfrenten, retos, obstáculos, premios que llenarían al usuario de aprendizaje sobre la cerveza y la marca. Las cervezas artesanales están dando el ejemplo con maridajes de buenas hechuras gastronómicas. Basta darse una vuelta por Chicago; el Band of Bohemia, cervecería y cocina con una estrella Michelin. En territorio nacional un restaurante Corona, comandado por un chef reconocido, sería una dupla exitosa. La oportunidad de construir un parque acuático de primer nivel –no hay uno solo de gran turismo en la República Mexicana- al estilo de los del área de Phoenix Arizona, con Corona como estandarte, hará que lleguen jóvenes de todo el mundo. Muchas parejas extranjeras se han conocido mientras bebían de la cerveza más vendida en nuestro país, ¿que tal casarse en playa o isla Corona? La más exclusiva de México.  Llevaría el símbolo de distinción junto a los ideales de unión y felicidad por todo el orbe. Se vienen tiempos difíciles para los productores de cerveza, debido al alto consumo de agua durante su producción. Actualmente ya lo viven, pero surgirán más protestas de una sociedad cada vez mejor informada. Es momento de diversificar, ligándose al turismo, con el plus de que pueden, gracias a él, relacionarse a la sustentabilidad.