¿No que estaban pactando –si es necesario- ir juntos contra AMLO? ¿No que el PRI y el PAN habían vuelto a un acuerdo para cortarle las alas a quien va primero en las encuestas rumbo a la elección presidencial de mitad de año? ¿No que todas las diferencias y las ambiciones iguales podían ser dejadas –un poquito- de lado para no perder un tiempo que significan votos en pelearse entre sí? Pues parece que no.
El gobierno ha estado utilizando a la Procuraduría General de la República para alborotar a los medios de comunicación. Una investigación en curso por presunto lavado de dinero en contra de Ricardo Anaya, candidato a la presidencia de la coalición Por México al Frente, ha sido exhibida por el propio organismo estatal, en un comunicado. Publicaron un video en el que aparece Anaya en la recepción de las instalaciones de la PGR. Ese mismo video en el que su abogado, Diego Fernández de Cevallos, dice “hijos de puta”. Pecatta minuta, eso es lo de menos. ¿Está mal lo que hizo la PGR? ¿Entras a las oficinas de la PGR y ya con eso ellos ganan el derecho de poner tus imágenes videograbadas con todo y audio así de sencillo? Un audio que, por cierto, nada dicen sobre la investigación.
¿Está mal? No si tienen pruebas, no si es serio, no si Ricardo Anaya acaba preso porque ya saben que ha cometido un delito y pueden robustecer una causa. Pero si solamente están tratando de quitarle votos al candidato que aparece muy cerca del oficialista José Meade, entonces no sólo es un circo, es también una canallada y, sobre todo, es un crimen. O sea, un crimen de Estado.
Esta fin de semana, decenas de escritores, periodistas, intelectuales, enviaron un carta al presidente de la república pidiendo que se actúe con seriedad. Si tienen las pruebas que las usen. “Si hay pruebas contundentes sobre la responsabilidad legal de Ricardo Anaya exhortamos a que la autoridad ministerial proceda en consecuencia.”
Y si no… que dejen de hacer olas. “De lo contrario, el uso de la Procuraduría General de la República para perseguir a un líder de la oposición, pone a México junto a países con regímenes autoritarios y democracias totalmente disfuncionales”, dice la carta.
Escuché al menos un par de veces a Jesús Martín Mendoza (también columnista de este diario) decir por radio que es patético el modo en que PAN y PRI pierden el tiempo tratando de descalificarse entre ellos, mientras López Obrador corre, al parecer sin competencia. No puedo estar más de acuerdo.
Están jugando el estúpido juego de hacer que el otro pierda, creyendo que eso les da, en automático, más votos, los hace ganar. Error.
Anaya no es un santo, quién sabe, quizá tampoco sea buen presidente si es que llega a ganar… tiene realmente poca experiencia en la gestión pública. Pero usar de manera mañosa la fuerza del estado, es antidemocrático. Y, en consecuencia, ilegal. Así de sencillo.
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@gabrielbauducco