Pobre candidato

La estrategia es el factor más importante en una campaña política, insisten los expertos. Una estrategia correcta puede sobrevivir a una campaña mediocre, pero incluso una campaña brillante puede fallar – y fallará—si la estrategia es errónea, advierten. Para algunos observadores políticos, la estrategia de José Antonio Meade, candidato a la presidencia de la República del PRI, no es correcta y su campaña raya en la mediocridad por lo que se encuentra en el último lugar de las preferencias, según las casas de apuestas. A pesar de esta desventaja. Meade confía en recuperar terreno en cuanto empiece oficialmente la campaña. ¡Tan ingenuo es que no se ha dado cuenta que para él empezó desde que lo ungieron candidato! Bueno, el mismo candidato del tricolor ha reconocido que lo suyo no son las campañas políticas. “Lo mío, lo mío han sido, durante muchos años, las conferencias, las presentaciones, disertaciones sobre temas financieros y económicos, pero nunca había participado en el diseño e instrumentación de una campaña política”, dijo hace tres semanas Meade a directivos y colaboradores del Heraldo de México.  Tal vez eso explique por qué se deja “mangonear” por Aurelio Nuño, Eruviel Ávila y todos los integrantes de su equipo que le han hecho creer que ellos sí saben cómo hacerle, pero que en la práctica han demostrado que son pésimos para cualquier tipo de operación política. Mientras Meade se entera que la competencia ya empezó, sus “operadores políticos” están enfrascados en una campaña negra contra el candidato del PAN, Ricardo Anaya, con la cual pretenden “deshacerse de él a como dé lugar”.  Lo acusan de “lavador y planchador” de dinero; de corrupto, mentiroso, ladrón, “dos caras”. En esa guerra sucia participan, además de aquéllos, el PRI y la Procuraduría General de la República, cada uno con sus arsenales y con su estrategia, igual de torpe que la de los susodichos operadores. Pero como suele ocurrir en algunas campañas negras, en lugar de debilitar al enemigo lo están fortaleciendo porque los discursos, las declaraciones, las entrevistas, los argumentos que utilizan son consistentes, pero no convincentes para la opinión pública y para diversos sectores de la sociedad que reprueba la serie de acciones de varios integrantes del equipo del candidato del tricolor. Bueno, hasta los tradicionales “paleros” del tricolor critican el “método descarado” que están utilizando para “deshacerse” de Anaya. Y qué otra cosa se podría esperar cuando la mayoría de los “estrategas” de Meade se caracteriza por ineficientes, inexpertos, ignorantes, mediocres en campañas políticas, empezando por el coordinador general. Los vicecoordinadores y una bola de asesores personajes impresentables. ¡Todavía es tiempo de deshacerse de ellos! Le grita a Meade el respetable. AGENDA PREVIA Julio Serna, quien junto con su hermano Luis operaron la exitosa campaña que llevó a Miguel Ángel Mancera a la Jefatura de Gobierno de la “City”, se incorporó al equipo de Alejandra Barrales quien, según las casas de apuestas, mantiene el paso firme en las encuestas, mientras que Claudia Sheinbaum sigue retrocediendo.