Desincentivar el consumo

La estrategia de Enrique Luis Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, es desincentivar el consumo de drogas dentro de las instalaciones de Ciudad Universitaria con el objetivo de combatir la venta de estupefacientes a los estudiantes. El plan del rector es que, a través de una intensa campaña de concientización, los estudiantes ya no compren ni consuman drogas dentro del campus. La estrategia de comunicación interna busca que los universitarios vean a los dealers como sus enemigos y entiendan que estas prácticas no serán toleradas dentro de las instalaciones universitarias. El rector Graue se ha mostrado abierto a la legalización del consumo de marihuana de manera lúdica, pero pide que no sea dentro de calles, pasillos y aulas. El rector aplica una estrategia basada en la razón ante una violenta realidad de distribución de drogas que obra en la sinrazón. Desde otro ángulo, la estrategia del rector está fundamentada en la lógica de los mercados; si no hay demanda, el espacio se vuelve poco atractivo y de alto riesgo ante las detenciones que realiza la policía a las afueras de CU. La venta de drogas, en particular marihuana, siempre ha existido en la UNAM, pero el fenómeno ha cobrado mayor dramatismo; nadie quiere ver muertos por disputas de territorios dentro de sus campus tal y como ya ocurrió en las inmediaciones de la Facultad de Contaduría. ¿Por qué ha escalado este fenómeno a niveles de preocupación? Por la ausencia de autoridad y acciones para hacer respetar a la autoridad. Es un tema complejo dentro de una institución que goza de autonomía de regulación, gobierno, cátedra y definición de rumbos. El rector Graue nos aclaró en entrevista de radio que la autonomía no es de extraterritorialidad, por lo que de ocurrir otro delito que amerite el ingreso de las fuerzas a Ciudad Universitaria será el primero en aceptarlo, aunque reconoció el riesgo que esto implica. Néstor Martínez, Director de Comunicación Social de la UNAM reflexionó en su columna de La Jornada que el ingreso de más armas, las de la policía, donde hay armas, las de los narcomenudistas, sería un despropósito en una comunidad que goza de libertades. Creo que el problema no son las armas, la policía podría actuar sin ellas, el problema es que no se reconoce autoridad en la policía, vigilancia UNAM, maestros, directores de carrera, ni en el cuerpo de gobierno. La estrategia para desincentivar el consumo de drogas dentro de la UNAM, aparejada a mensajes de respeto al concepto de autoridad, podrían tener un mejor efecto; reto enorme ante una sociedad mexicana que no le gusta que le digan lo que tiene que hacer.  

Corazón que sí siente

Andrés López y su esposa Beatriz Gutiérrez emprendieron una campaña de críticas contra Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010, por que no está de acuerdo con el populismo que ellos profesan. Si no respetan la libertad de expresión de un Nobel, ¿nosotros que podemos esperar?