89 años después, los priistas festejan lo que puede ser su aniversario más complicado, donde se requiere de la unidad y homogeneidad en torno a su candidato presidencial, el primero sin militancia dentro del instituto político, y mostrar al electorado su reconversión.
En esta ocasión el PRI apuesta por un externo y los dirigentes saben el gran riesgo que corren con ello, considerando que el partido como tal sufre de un deterioro y resquebrajamiento, pero más que nada de un gran rechazo ciudadano, motivado en parte por la corrupción ramplona de algunos de sus militantes.
Nunca el partido tricolor vivió tan grave dilema: tiene un candidato que no surge de su militancia, pero que cuenta con altas calificaciones profesionales y de honestidad, pero son precisamente los actos de corrupción de algunos miembros del partido los que mantienen al PRI como tercera fuerza electoral.
Por los 75 años que ha detentado la Presidencia de la República, al PRI se le responsabiliza de muchas cosas, pero también se le reconocen algunos avances, aunque en una balanza, en la actualidad, son más negativos que positivos los que presenta.
En los 89 años que cumple hoy, el PRI enfrentó deserciones, fracturas, traiciones, pérdida del poder público, asesinato de un candidato presidencial, pero logró recomponerse y recuperarse. Hoy las condiciones son distintas y sus dirigentes tendrán que realizar un esfuerzo sobrehumano para posicionarlo y reencauzarlo hacia la defensa de un partido que nació con unos ideales que, tal vez, fueron que dando en el camino por malas decisiones de algunos de sus principales cuadros.
Hoy el PRI deberá mostrar que aprendió de los golpes y que está dispuesto a construir una nueva imagen, si pretende festejar sus 90 años como partido en el poder.
LIGEREZAS
Augusto Gómez Villanueva tiene 89 años de edad, ya que nació el mismo año en que se fundó el PRI. Es uno de los primeros mentores del candidato presidencial de su partido, del que ahora es asesor político.
Si los panistas creían que Puebla sería un paseo electoral para ellos, el panorama se les complica, la candidata Martha Erika Alonso no logra el crecimiento esperado y los electores ven el riesgo de un maximato desde que Rafael Moreno Valle gobernó, respaldó después al gobernador, José Antonio Gali, su hombre de confianza, y hoy empuja para que su esposa sea la primera gobernadora del estado. Morena capta el descontento y logra un crecimiento que amenaza con desplazar los sueños de Moreno Valle... Hasta cuándo entenderán priistas y panistas que a los electores no les interesan sus competencias para ver cuál de ellos es más corrupto. Quieren un Presidente y un grupo de trabajo que no lo sea y que aplique la ley sin miramientos.
Poco más de 10 años de cárcel es la sentencia por peculado contra el exgobernador de Tabasco, Andrés R. Granier, pero apela a cumplirla en prisión domiciliaria, ya que el lunes 5 de marzo cumple 70 años, aunque la pena establece también la reparación del daño de 196 millones de pesos.
POR RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
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