El regreso de Marcelo Ebrard para apoyar la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador significó el reagrupamiento de una parte del viejo equipo conformado por su maestro Manuel Camacho Solís.
René Cervera Pacheco renunció a Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, quien le dio una diputación federal en esta legislatura y quien antes de eso fue perredista; Jesús Valencia, ex jefe delegacional en Iztapalapa, a quien el PRD luego lo hizo diputado, renunció a ese partido y también se sumó a Morena; Mario Delgado también se separó de la coordinación del sol azteca en el Senado y acaba de hacerla de enviado a Atlanta para mostrar en un video la casa donde vivieron la esposa e hijos de Ricardo Anaya.
La tarea para Ebrard, de quien se especuló al inicio que podría formar parte del gabinete de López Obrador, no ha sido fácil. Su ex jefe lo nombró coordinador regional de la primera circunscripción electoral que comprende ocho estados, la mayoría del norte del país. Para enfrentar el desafío, Ebrard volvió a juntarse con sus antiguos aliados.
Éste su vez puso el mayor reto fue a Jesús Valencia, un operador de todas sus confianzas, quien en su momento se metió a Guerrero a llevarle la campaña a Ángel Aguirre, cuando Ebrard era jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Se sabe que Valencia llegaba al estado con portafolios cargados de efectivo para levantar la popularidad del ex priista. Sin embargo, en esta ocasión, Valencia recibió la encomienda de meterse en lugares inalcanzables para Morena, como el sur de Chihuahua, punto que conecta el llamado triángulo dorado con otros estados como Sonora, Sinaloa y Durango, que a su vez conforman parte de la misma circunscripción.
El ex jefe delegacional de Iztapalapa fue enviado en primera instancia para hacer un scouting, luego optó por llevarse ex colaboradores suyos de la demarcación que gobernó, pues confía en que se trata de gente “muy entrona y sin miedo a los chingazos”.
Pero el narco ha sido todo un impedimento para terminar de hacer la penetración de Morena en esa zona. Su tarea es convencer a los malandros de que le permitan a Morena hacer el trabajo político, pero también de que en sus visitas Andrés Manuel no corra riesgos.
Por cierto, inicia su campaña en Ciudad Juárez. Ebrard, quien ha hecho su base en Guadalajara, coordina desde ahí el trabajo de sus otros enviados a los ocho estados correspondientes. En cambio Cervera, el sociólogo estudiado en el Colmex, no ha salido de la Ciudad de México, pues desde la Cámara de Diputados apoya a Marcelo con todo el trabajo.
Sin embargo, según las últimas comunicaciones entre Ebrard y López Obrador, en estados como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Jalisco, el candidato presidencial de Juntos Haremos Historia va arriba.