A los industriales de México, en verdad, los mantiene muy preocupados el tema de la guerra comercial que ha comenzado Donald Trump contra China. Desde su punto de vista, Trump ya nos declaró una lucha abierta. Primero con su salida del TPP, el inicio de la renegociación del TLCAN y la imposición de aranceles como lavadoras, acero y el aluminio, aunque ya hay rumores de que se extenderá a otros productos.
Para uno de los motores de la economía, la ausencia de un posicionamiento de la OMC, la OCDE, el FMI y el Banco Mundial son inquietantes.
En una reunión con los círculos la industria automotriz nos dice que para México no hay vuelta atrás, la política comercial se modificará, el combate a la competencia desleal y al incumplimiento de los acuerdos comerciales que no se hizo hace unos años hoy es inevitable.
Los empresarios que producen autos, los tornillos, cables y plásticos les preocupa en verdad que los candidatos a la presidencia hoy no tienen un plan emergente y ven muy lejano fortalecer sol mercado interno.
Lo que si observan en el corto plazo es la proteccionista de China, Estados Unidos y otras naciones que han decidido cerrar sus economías, mientras que algunos hablan de que “se terminó el sueño del libre comercio”.
INVERSIONISTAS MÁS QUE PUESTOS
Ayer el gobierno federal colocó en el mercado de valores 30 mil millones de pesos para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Los círculos más cercanos a la BMV nos cuentan que es un esquema de financiamiento innovador.
¿Quiénes invirtieron? las instituciones que manejan fondos de pensiones y que hoy apuestan a proyectos de infraestructura de largo plazo. Es el dinero de los trabajadores que se puso sobre la mesa para hacerlo crecer y garantizar el éxito del proyecto transexenal.
Por ENGGE CHAVARRÍA