Hoy en día los países y las ciudades compiten no solo por atraer inversión extranjera, sino también por captar el mejor talento internacional. Desde hace seis años el INSEAD, la escuela de negocios más prestigiosa de Francia, publica el “Índice de Competitividad de Talento Global” (traducción propia), cuya edición 2018 fue presentada recientemente. Este análisis califica las capacidades de un grupo de naciones y metrópolis para habilitar, atraer, desarrollar y retener talento. El INSEAD coloca a México en la posición 71 del mundo y octava de Latinoamérica y el Caribe, siendo Suiza la primera en la lista general y Chile la primera en nuestra región.
¿Por qué un país o una ciudad querría atraer extranjeros con el riesgo de que ocupen trabajos que sus nacionales podrían hacer? Muy sencillo: porque la productividad y la competitividad de los países están correlacionadas con la llegada y permanencia de extranjeros talentosos.
Los migrantes transportan directamente su “know-how” productivo. Dos ejemplos de talento global en acción: Dany Bahar y Hillel Rapoport, en su estudio “Migración, difusión del conocimiento y ventaja comparativa de los países” (2016), narran como un pequeño pueblo en el Cabo Occidental de Sudáfrica, fundado por vinicultores exiliados franceses durante el reino de Luis XIV, es hoy reconocido como una de las principales regiones vitivinícolas de dicho país. En su libro “La economía del código: una historia de 40,000 años” (2017), Philip Auerswald señala el caso de los relojeros hugonotes que huyeron de Francia hacia Suiza por una persecución religiosa. La llegada de este gremio no sólo es parte de una de las tradiciones más icónicas del segundo país, sino que ha dejado siglos de derrama económica.
Hasta el año 2015, tan sólo 0.94% de los más de 127 millones de habitantes registrados en México eran personas no nacidas en nuestro país. Esta cifra nos coloca en la posición 157 de los países con más inmigrantes residentes (con datos de la ONU). Es decir, estamos entre el 20% de los países menos diversos. Como comparación, el 2.62% de la población de Chile es inmigrante (posición 115) y 29.39% de la de Suiza (posición 20).
Ciudades como Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Mérida y la Ciudad de México deberían de ser imanes de talento extranjero en búsqueda de desarrollo de oportunidades, creación de empresas y calidad de vida.
México ha tenido avances en cuanto al desarrollo y retención talento, sin embargo, tenemos aún desafíos para habilitarlo y atraerlo de manera acelerada. Y es que, a pesar de algunos cambios recientes, México sigue teniendo importantes retos en su política de inmigración. Algunos ejemplos: los trámites para la contratación de extranjeros pueden prolongarse debido al registro que las empresas deben realizar ante el Instituto Nacional de Migración. Por otro lado, no tenemos un programa de visas de trabajo para estudiantes extranjeros que se gradúan de universidades mexicanas. Asimismo, la ley laboral limita la contratación de extranjeros al 10% de la plantilla de una empresa. Adicionalmente, los trámites de revalidación de estudios realizados en el extranjero continúan siendo largos y complejos. El próximo 22 de marzo, a partir de las 8 horas, se celebrará el evento “Modelando, el futuro de la migración” en el Tec de Monterrey, Campus Santa Fe. Esperamos a empresarios, académicos y funcionarios para discutir cómo avanzar más rápido. El Dr. Dany Bahar, de Harvard y Brookings, nos acompañará como orador principal.
Enrique Perret Erhard y Roberto Velasco Álvarez
ProMéxico